Tres de los participantes en el encuentro del miércoles pasado en Barcelona.

Tres de los participantes en el encuentro del miércoles pasado en Barcelona.

Vida tecky

DataBeers: treintañeros que toman cerveza y pueden cambiar el mundo

Empezaron siendo 'cuatro teckies', pero en su cuarta reunión se presentaron cerca de 400 y ya tejen la comunidad de Barcelona

18 septiembre, 2015 20:20

Tienen una media de 35 años, son varones en un 90%, hablan inglés, no usan corbata y tienen claro que Silicon Valley fue posible gracias a un ecosistema de profesionales.

Este es el perfil medio de los asistentes a las charlas de DataBeers --datos y cerveza--, a juzgar por el público asistente. Un perfil informal que puede sorprender si recordamos que los macrodatos son ya considerados por muchos como “el oro o el petróleo del futuro”.

Encuentro en tres tiempos

El formato de estos encuentros, creado para ser ágil y casual, se estructura en tres partes: una primera (y patrocinada) cerveza de bienvenida, varias ponencias de expertos del sector, y más copas para conocerse y hacer networking.

En cuanto a las ponencias, cabe destacar su concreción y amenidad, ya que sólo duran seis minutos y no permiten que ningún speaker se ponga demasiado teórico ni haga apología de su empresa. “Tranquilos que no voy a hacer publicidad de BBVA”, empezaba la charla Marco Bressan, chief data sciencist de este banco.

Ejemplos prácticos y concretos

Las píldoras de seis minutos son más que suficientes para que cualquier curioso poco informado entienda el enorme potencial de los macrodatos, para bien y para mal. Bressan, por ejemplo, centraba su charla en lo positivo del análisis de datos, explicando un caso paradigmático ocurrido en Francia en 1962.

Al parecer, el crecimiento del parque automovilístico había aumentado tanto los siniestros que los muertos por accidente ese año igualaban a la población de Mazamet. Y a un periodista se le ocurrió pedir a la población de ese pueblo al completo que se hicieran los muertos en el suelo para filmarlo y sensibilizar así a las autoridades.

Dicho y hecho, el Gobierno empezó a registrar los datos de todos los accidentes de coche que se produjeron a partir de ese día: hora, marca del auto, años del coche, velocidad de circulación, embriaguez del conductor, número de pasajeros… Y gracias a eso, llegaron a sacar conclusiones que les ayudaron a poner medidas y a rebajar drásticamente el número de muertes. Conclusión: gracias a ese primer análisis de datos de la historia, se salvaron muchas vidas.

Seguimiento de los hábitos

Sin embargo, la charla de Fernando Cucchietti, date pre and post processing group manager del Barcelona Supercomputer Center, dejaba otro sabor de boca. Cucchietti participó en el proyecto We know what you did last Sónar, en el que su equipo se dedicó a trackear en tiempo real los móviles de los asistentes al festival de música electrónica.

Así supieron por dónde se movieron durante esos tres días, en qué conciertos pasaron más tiempo, si asistieron o no a la sala que tenía la exposición, si se alejaron más o menos de la masa… “No, no pedimos permiso a los trakeados”, contestó el experto en el turno de preguntas. “En ningún caso recogimos datos privados como números de teléfono o cuentas de Twitter, y entonces no necesitas pedir permiso. Es totalmente legal”, aseguró.

La visualización en tiempo real de estos datos permitió a las personas que se registraron voluntariamente obtener recomendaciones de próximas actuaciones basadas en su reciente actividad.

‘Big data’ y 27S

Otro de los ponentes, Pablo Aragón, de Barcelona Media, empresa que ya había analizado el movimiento del 15M, habló del análisis de las últimas elecciones barcelonesas.

El mapa de tuits con mención a uno u otro partido permitía ver claramente en qué barrios de la ciudad dominaba cada uno. Además, el hecho de que Barcelona en Comú no mostrara una agrupación de votantes como los otros partidos sino dos podría haber sido la clave de sus buenos resultados electorales. “¿Entonces, podéis saber quién ganará las elecciones del 27S?”, preguntaba un asistente. “Tú quieres oír que sí y yo te tengo que contestar que no”, respondía Aragón echando balones fuera.

Reuniones bimensuales gratis en toda Europa

Los encuentros DataBeers se celebran cada mes y medio o dos meses y siempre son gratuitos aunque, eso sí, exigen de previa inscripción online. Es por eso que los anfitriones Eloi Puertas, Santi Seguí y Adriana Freitas pudieron enumerar a las instituciones y empresas que se encontraban representadas el miércoles en la sala: Ajuntament de Barcelona, UAB, Vueling, Desigual, Airbnb… Todos sus profesionales habían sido “fichados” en la entrada.

La misma fórmula se aplica en Madrid, ciudad pionera de estos encuentros que ya va por su octava reunión, y en otras capitales de Europa que se han subido al carro: Málaga, Torino, Londres… La próxima cita: la Big Data Week, que se celebrará en varias ciudades, incluida Barcelona, del 23 al 28 de noviembre. Parece que los encuentros de un día se les empiezan a quedar cortos.