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El algoritmo para vetar los contenidos a favor de la anorexia se programa en España

La investigadora Gina Lladó lidera, dentro de su estudio, un equipo multidisciplinar que diseña una herramienta para bloquear webs y perfiles sociales Pro-Ana

23 enero, 2022 00:00

El Covid-19 ha desencadenado una oleada de casos de anorexia en España. Aunque no solo por los picos de ansiedad desencadenados por las reclusiones involuntarias, sino también por el aumento del consumo de redes sociales.

Plataformas como Instagram, Facebook, Snapchat y TikTok se han convertido en el nuevo refugio de los apólogos de los trastornos de la conducta alimentaria. O, como lo denominan los expertos, los contenidos de la subcultura Pro-Ana y Pro-Mia, acrónimos de pro-anorexia y pro-bulimia.

Proyecto español

Aunque hay quien intenta ponerle coto. La investigadora española Gina Lladó lidera, dentro de su estudio, un equipo interdisciplinar formado por siete expertos en ámbitos diversos como la ingeniería de telecomunicaciones, la psicología, la psiquiatría, la nutrición y la lingüística. Su objetivo es desarrollar un algoritmo capaz de rastrear los recursos Pro-Ana tanto en Google como en las redes sociales.

Entrevistada por Crónica Global, la doctora en biomedicina y miembro del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla de Santander (Cantabria), comenta que el grupo afronta ahora mismo las tareas de desarrollo del modelo de inteligencia artificial tras completar una primera fase exploratoria de los hábitos y el lenguaje de esta subcultura. Esta actividad les ocupará la mayor parte de este año para, a partir de 2023, testar el modelo en entornos controlados. La lista total de investigadores incluye, además de Lladó, a Rosa Ayesa Arriola, Andrés Gómez del Barrio, Jana González Gómez, Alberto Eloy García Gutiérrez, Jorge Lanza Calderón, Karl David Neegaard y María del Carmen Díaz García.

Ejemplos de grupos activos Pro-Ana en Facebook

Ejemplos de grupos activos Pro-Ana en Facebook

Encontrar y bloquear

"Queremos crear una herramienta multiplataforma capaz de bloquear el acceso a determinadas páginas o cuentas de redes sociales por parte de los adolescentes. Tenemos ya establecido un conjunto de palabras clave utilizadas en estos sitios. La herramienta funciona por 'categorización' de contenidos, añadiendo esas páginas a unas listas de bloqueo", detalla Lladó.

El proyecto mereció una ayuda INN-VAL en 2019 por su carácter transformador y pionero en la búsqueda de soluciones de prevención contra los trastornos de la conducta alimentaria.

Gina Lladó, doctora en biomedicina y miembro del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla

Gina Lladó, doctora en biomedicina y miembro del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla

Del blog a TikTok

El desafío del equipo dirigido por Lladó es mayúsculo. Las comunidades que difunden consejos y guías para alcanzar una delgadez extrema se benefician de la manga ancha de los operadores tecnológicos. "No lo viven como una enfermedad, se dan consejos entre ellos. Funcionan más bien como una secta. Hace años su forma de comunicación era principalmente a través de blogs, pero ahora se han adaptado y han pasado a las redes sociales", expone.

Las políticas de publicación de las plataformas, además, son más laxas que las de los navegadores. Basta con buscar conceptos como Pro-Ana en Google: el motor de búsqueda remite de forma general a información general, como la que puede hallarse en Wikipedia o sitios de instituciones sanitarias, o asociaciones contrarias a los trastornos de alimentación.

Ejemplo de una entrada de un blog Pro-Ana

Ejemplo de una entrada de un blog Pro-Ana

Diagnosticar de forma precoz

"Lo cual no quiere decir que no sea fácil encontrar páginas declaradamente Pro-Ana. A veces la puerta de entrada puede ser una búsqueda sobre dietas restrictivas. Esto es lo peligroso", advierte Lladó. Máxime cuando, una vez en estas webs, se suele invitar a los curiosos --o curiosas en el caso de la anorexia, ya que el perfil mayoritario corresponde a mujeres jóvenes-- a entrar en grupos privados de WhatsApp y Telegram.

"Una vez allí, ya se pierde la pista", remacha la investigadora. De ahí que la función de esta herramienta en desarrollo sea no solo vetar contenidos pro-anorexia, sino también aflorar más diagnósticos de forma precoz. Porque más vale prevenir que curar.