Manuel Muga (izquierda) y Juan Muga (derecha) en el almacén de carne del restaurante Lomo Alto en Barcelona.

Manuel Muga (izquierda) y Juan Muga (derecha) en el almacén de carne del restaurante Lomo Alto en Barcelona.

Creación

Muga, más allá del tinto

La bodega riojana gestionada por la tercera generación de los fundadores presenta en Barcelona la cosecha de 2015 de blancos y rosados

7 mayo, 2016 20:06

Rioja es tierra de vinos, especialmente de tintos. La tercera generación de los Muga aterrizó esta semana en Barcelona para demostrar que en sus barricas de roble, uno de los signos distintivos de la casa, también fermentan blancos y rosados al mismo nivel que los caldos que les han hecho más internacionales. De hecho, tal y como manifestó uno de los actuales directivos de la bodega, Manuel Muga, estas dos referencias tienen mucha más aceptación en el mercado exterior que en el nacional.

En un grupo cuya facturación anual ronda los 20 millones de euros --depende en gran medida de la producción, ya que las etiquetas más exclusivas no se producen cada año, solo si la calidad de la uva lo permite-- su mix de facturación se reparte casi a la mitad entre España y el exterior. “En el caso del blanco y el rosado, el porcentaje está 40%-60%”, indicó el nieto del fundador.

Países con mayor exportación

Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y países como Holanda y Alemania son los principales focos de distribución de la bodega Muga. Todos ellos, territorios con una alta implementación del vino en el que la batalla se debe librar por la calidad. Y aquí la firma fundada en 1932 en el emblemático barrio de la Estación de Haro cuenta a su favor en ser una de las marcas más renombradas del país. 

Manuel y Juan Muga, los dos responsables de dar a conocer los vinos de la casa (sus primos se ocupan de la enología) aterrizaron en Barcelona con las nuevas botellas de blanco y rosado de la cosecha de 2015. El primero, se caracteriza por estar fermentado en barrica de roble francés. El sabor de la maceración es tan característico que los responsables de la bodega explican que los anglosajones se refieran a este vino como the kiss of the oak (el beso del roble).

Muga blanco 2015

Está elaborado con uva de la variedad viura de edad avanzada (90%) y con un toque de malvasía riojana (10%). El resultado de la añada es un vino con marcadas notas frutales, un dulzor característico y textura sedosa.

El maridaje recomendado son quesos, aceitunas, pizzas, pastas, arroces de carne, pescados a la parrilla o al horno, guisos mar y montaña y aves asadas. Aquí es donde la familia se une a la nueva corriente que reivindica que los blancos pueden ir mucho más allá de ser los vinos de los frutos del mar. 

Muga rosado 2015

El Muga rosado es un vino fresco en boca que tiene mucha salida en los meses de más calor. Elaborado con uva garnacha (60%), viura (30%) y tempranillo (10%) del valle del río Oja-Tirón y del valle de Najerilla, en la Rioja Alta, los bodegueros lo recomiendan para combinar con verduras a la brasa, barbacoas, ensaladas y, como no, sushi, tártars o ceviches. Aunque también lo referencian para arroces, quesos, jamón ibérico y embutidos. 

Los rosados son tendencia de temporada, aunque en la familia Muga es una de las referencias más tradicionales de la casa, ya que los primeros vinos que vendió el clan eran tempranillos tintos y rosados. Lo producen desde hace tanto tiempo que Juan Muga bromea al asegurar que los “franceses nos copiaron a nosotros” el proceso de este vino.

El precio de venta recomendado en tiendas para el blanco es 9,5 euros, mientras que el rosado se comercializa a siete.