Eva García Saénz de Urturi, Premio Planeta 2020 con 'Aquitania' / EUROPA PRESS

Eva García Saénz de Urturi, Premio Planeta 2020 con 'Aquitania' / EUROPA PRESS

Creación

Mucho premio literario y poca lectura

España exhibe 2.000 galardones, liderados por el ‘gordo’ del Planeta, y una lectura ínfima

10 octubre, 2021 00:00

Según datos oficiales, el 36% de los españoles no lee libros “nunca o casi nunca”, y apenas el 26,5% ojea periódicos cada día. Como contraste de este índice de lectura (19º en el ranking mundial), España ostenta el récord en premios literarios: casi 2.000, liderados por el inminente y gordo Planeta, dotado con 601.000 euros.

Pese a los recortes por la crisis económica y la retirada del mecenazgo de las entidades bancarias, el Ministerio de Cultura recoge este año 1.276 certámenes literarios patrocinados por instituciones, empresas y editoriales. Este octubre se fallan 133.

Boom en la posguerra

A estos galardones se suman más de 150 periodísticos “de toda clase y condición”, según la Asociación de la Prensa Madrileña (APM). Mundo editorial y periodístico recogen otros 500 fundamentalmente honoríficos, sin gratificación monetaria. Hace cinco años, la suma global era de 3.000.

El boom se produjo en la posguerra. Fueron un factor básico para el desarrollo de la novela autóctona de los 40 y 50. Y, ya en los 60, de los escritores iberoamericanos. Miguel Delibes y Marsé se dieron a conocer gracias a ellos.

Homenaje de Barcelona al escritor Juan Marsé, fallecido hace un año, en el barrio de El Carmel, con Iceta, Colau y Eduardo Mendoza / EFE

Homenaje de Barcelona al escritor Juan Marsé, fallecido hace un año, en el barrio de El Carmel, con Iceta, Colau y Eduardo Mendoza / EFE

En busca de lectores

Los premios literarios no tienen buena prensa. Por despecho de autores, de lectores y sospechas sobre su transparencia. Pero tienen dos posibles razones de ser: crear lectores o afianzar autores.

Los filólogos aseguran que algunos como el Planeta han apostado desde su creación en 1952 por conseguir nuevos lectores. “Si los españoles compraran tantos libros como entradas de fútbol, seríamos otro país, mucho mejor”, declaró su patrocinador José Manuel Lara en los 70.

Sus jurados se decantan por obras conservadoras, para todos los gustos, poco problemáticas y de nombres conocidos y famosos, incluso polémicos y procedentes de otros terrenos de la cultura y la actualidad.

Los más literarios

Sin embargo, el Nadal o el Herralde tratan de impulsar a autores más desconocidos y textos más rompedores. Fue el galardón que encumbró a Carmen Laforet con Nada, que abrió nuevos caminos en la literatura española.

Galardones institucionales como el Cervantes y el Princesa de Asturias, o privados como el Biblioteca Breve de Seix Barral y el Café Gijón, se consideran de corte más literario. Otros, como el Primavera y el Alfaguara, se tildan de más comerciales, menos arriesgados.

'Nada', de Carmen Laforet / EUROPA PRESS

'Nada', de Carmen Laforet / EUROPA PRESS

Millares de manuscritos

Las agencias de concursos literarios aseguran que cada vez son más los escritores noveles que participan para darse a conocer. Calculan que las editoriales solo acaban publicando una treintena del millar de manuscritos que reciben al año.

A los premios se los ataca desde frentes diversos. Los hinchas literarios quedan descontentos porque sus plumas favoritas no se ven recompensadas con un galardón. Por ejemplo, el Premio Nacional de Narrativa.

Falta de transparencia

Sobre todo en los concedidos por los ayuntamientos se critica su escasa aportación literaria. Pero la principal crítica es la falta de transparencia. Se habla de premios pactados. El periodista y escritor Sebastián Moreno adelantó el premiado muchos años en la revista Tiempo. “No son limpios. El Planeta lo suelen encargar meses antes”, denuncia.

La filóloga y escritora madrileña Marta Sanz, ganadora del Ojo Crítico de Narrativa y finalista del Nadal y del Herralde, asegura que este año no se ha presentado. Pero no lo descarta porque “se trata no solo de una oferta literaria, sino también muy comercial”.  

Visibilizar la literatura

¿Los premios tienen la capacidad de aumentar ventas? Según el Observatorio de la Lectura y el Libro, en 2020 se publicaron en España 22.310 nuevos títulos. Por cada 100 ejemplares vendidos, se produjeron 160.

Los defensores de los galardones aseguran que ayudan a visibilizar la literatura. Así, resultaría coherente que en un país donde se lee tan poco, se utilicen como una estrategia de promoción de la lectura y de mercado.

Periodismo gratificado

Ayuntamientos, organismos, asociaciones de la prensa, empresas, fundaciones, laboratorios, editoras y hasta modestas comunidades locales destinan una dotación de su presupuesto a este tipo de galardones.

Las convocatorias, según la APM, “no han parado de crecer en ediciones, prestigio y gratificación económica”. “En este país el buen periodismo se premia”, asegura.

Dinero y prestigio    

Estos premios superan en total el millón de euros. El más antiguo es el Mariano de Cavia, creado en 1920 por Torcuato Luca de Tena, fundador de Abc. Entre sus laureados figuran los Nobel Jacinto Benavente, Octavio Paz, Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa.

Algunas distinciones solo revisten de prestigio y honor. Otras se han dividido en categorías para adaptarse a los soportes. Las mejor remuneradas son CSIC-Fundación BBVA de comunicación científica (40.000 euros) y Francisco Cerecedo (24.000).

El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en un encuentro telemático con motivo de Sant Jordi 2021 / EUROPA PRESS

El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en un encuentro telemático con motivo de Sant Jordi 2021 / EUROPA PRESS

 ¿Artículos teledirigidos?

Muchos premios están hechos a medida al restringir la temática y exigir una mención al convocante. Los concursantes no agraciados centran sus críticas en la composición de los jurados, el pago a periodistas afines o la búsqueda de publicidad y propaganda. “La mayoría están teledirigidos”, abundan.