Antonio Banderas trata de retirar a Pedro Almodóvar del escenario durante la gala de los Oscar del año 2000.

Antonio Banderas trata de retirar a Pedro Almodóvar del escenario durante la gala de los Oscar del año 2000.

Creación

Los Oscar ponen fin al 'tostón' de los agradecimientos

En la gala del 28 de febrero, los agradecimientos aparecerán por escrito para que los ganadores usen sus 45 segundos en contar anécdotas

15 febrero, 2016 00:00

Se acabó la gala de los Oscar tal y como la conocemos. Al menos en lo relativo a los agradecimientos, "la parte más odiada" de la ceremonia, según Oscar Bill Mechanic, coproductor del evento. Si en 2010 la organización ya limitó el tiempo de cada discurso a 45 segundos, en la edición de 2016 los agradecimientos serán proyectados en la pantalla para todos los espectadores mientras habla el ganador. Para que esto sea posible, cada nominado habrá elaborado y enviado su lista de nombres con antelación. Así, el premiado podrá olvidarse de 'recitar' esa parte.

El objetivo de esta medida, que se confirmó en el almuerzo de los nominados celebrado el lunes pasado en el hotel Beverly Hilton de Los Angeles, es que el ganador de la estatuilla utilice sus 45 segundos para contar chistes o anécdotas y elaborar un discurso real y emotivo, y no para largar una enumeración de nombres propios y asociaciones (o vírgenes, en el caso de Almodóvar). Con ello se espera aligerar el programa y conseguir una audiencia mayor.

Malas lenguas

La prensa americana apunta a Dana Perry como culpable del drástico cambio. La ganadora del Oscar al mejor corto documental en 2015 por 'Crisis Hotline: Veterans Press 1' usó su minuto de gloria para hablar de su hijo veterano de guerra que se suicidó tras volver a casa. En cuanto los organizadores vieron los tintes que estaba tomando su discurso, subieron la música tratando de 'corregir' la situación.

Además, las malas lenguas señalan que "ahora se notará más lo aburridos que son algunos actores". Desde la revista Cinemanía se preguntan si la tira sobreimpresa de agradecimientos "no recordará demasiado a los informativos matinales y su incesante sucesión de titulares y valores de bolsa". Y otras voces apuntan que "entre esto y el #OscarsSoWhite (la protesta por la ausencia histórica de nominados afroamericanos en los Oscar, por la que Will Smith no asistirá este año a la gala) nos espera una edición movidita".

El mismo problema en los Goya

Pero si la ceremonia de entrega de los Oscar suele durar 3 horas y media, la última de los Goya casi alcanzó las 4 horas. Uno de los motivos fue, por supuesto, el tiempo dedicado a los agradecimientos, que en algunos casos superó los 3 minutos, a pesar de que la música de corte aparecía a los 2 minutos de que el ganador pisara el escenario.

El debate sobre el tiempo que deben durar los agradecimientos hace años que pasa irresuelto de un director a otro de la Academia. De momento, tanto la organización de la televisada gala como los homenajeados aseguran ante la prensa entender los motivos de la otra parte. No obstante, a la hora de la verdad, cada uno tira para su lado, como demuestra el corte musical que sufrió Jesús Navarro, director del documental 'Sueños de sal', justo cuando iba a lanzar una petición a los políticos, o la puya de Ricardo Darín hacia el final de su discurso: "Ya viene la musiquita, ya viene la musiquita. Y dicho sea de paso, dudoso el criterio para poner la musiquita ¿no?". Los aplausos y abucheos no se hicieron esperar.