Plaza de toros de San Sebastián. Illumbe. Interior

Plaza de toros de San Sebastián. Illumbe. Interior

Creación

José Tomás 'gana' el referéndum taurino de San Sebastián

La presencia del torero madrileño en el cartel de la Semana Grande agota las entradas y enmudece las protestas contra las corridas

12 agosto, 2016 17:34

La presencia del diestro José Tomás en los carteles de la Semana Grande de San Sebastián, que comienza mañana, ha contribuido a frenar y a cuestionar la ofensiva antitaurina que pide una consulta popular sobre la continuidad de las corridas de toros en la capital donostiarra.

Frente a las casi 9.000 firmas que una plataforma animalista presentó para promover dicho referéndum, el anuncio del famoso torero madrileño ha hecho que este año se agoten, vendidas en forma de abono, el 97% de las 44.000 localidades de los cuatro festejos de la feria, restando en taquilla sólo el cupo que establece la ley para su venta el mismo día del festejo.

Dos años prohibidos

Cuando se cumplen justamente 18 años desde que se inauguró el moderno coso de Illumbe, ahora de propiedad municipal, los toros vuelven a San Sebastián en medio de una extendida controversia que provocó el anterior alcalde de Bildu, que impidió la celebración de corridas durante las fiestas de 2013 y 2014.

Fue la pasada temporada cuando, ya con un nuevo equipo municipal, un acuerdo entre PP, PSOE y PNV hizo posible que se reabriese de nuevo la plaza, con la presencia incluida en el primer festejo tanto del Rey Emérito como de las cámaras de TVE.

Aun así, los nuevos ediles al frente del consistorio han decidido convocar esa consulta popular solicitada por los antitaurinos pero que está aún pendiente de fecha --se especula con que pudiera celebrarse en febrero de 2017-- tras ser aplazada por distintas circunstancias administrativas, al igual que sucede también en Vitoria.

cartel 74939

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En medio de esta polémica de claro tinte político, la empresa Chopera, que gestiona el coso taurino que se encargó de levantar, ha conseguido todo un golpe de efecto al contratar a José Tomás, que, con la arrolladora fuerza de este torero en las taquillas, ha hecho que se desborden todas las previsiones y se ponga en duda el supuesto afán abolicionista de la ciudadanía donostiarra.

Trayectoria de éxito

La feria taurina de San Sebastián, que tiene así el lleno asegurado en todo los festejos --como pasó también en Jerez y Alicante al reclamo de José Tomás--, comenzará mañana sábado con una corrida de la divisa de Fuente Ymbro que estoquearán Diego Urdiales, Paco Ureña y el mexicano Joselito Adame.

Este festejo servirá de prólogo a la jornada central, la cita estelar de la Semana Grande y casi de toda la temporada taurina española, pues no en vano en el ruedo de Illumbe se van a ver las caras, tras cuatro años desde su último enfrentamiento, dos toreros de la categoría de José Tomás y el Juli.

Delante de ellos hará el paseíllo el también famoso rejoneador Hermoso de Mendoza, que lidiará toros de Fermín Bohórquez, mientras que los de a pie pertenecerán al hierro de Domingo Hernández.

Pero la redonda Semana Grande de 2016, programada con una clara intención reivindicativa por parte de la empresa, cuenta con otros dos festejos de muy alto nivel, como son los de los días 15 y 16 de agosto.

Hasta el martes

En el primero actuarán el francés Sebastián Castella, Alejandro Talavante y el peruano Roca Rey, con reses de Zalduendo, mientras que cerrarán el abono Enrique Ponce, José María Manzanares y López Simón, estos ante astados de Juan Pedro Domecq.

Con tanta expectación, la ciudad y sus alrededores tienen cubiertas la práctica totalidad de sus plazas hoteleras, además de las reservas en su restaurantes, contando con los miles de visitantes que acudirán durante cuatro días al recinto privado que registra mayor asistencia de público durante las fiestas de San Sebastián.

En ese sentido, un estudio de la plataforma Toros Sí en Donosti, creada como contrapeso a los ataques antitaurinos, calcula que en las 15 ferias anteriores la celebración de festejos taurinos tuvo una repercusión económica de 120 millones de euros en la capital guipuzcoana.