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Entrada a la exposición de Balenciaga en el Museu del Disseny de Barcelona / MUSEU DISSENY

El feminismo de los sombreros de Balenciaga y la alta costura en Barcelona

El Museu del Disseny presenta la exposición ‘Balenciaga. La elegancia del sombrero’, con 87 modelos del reconocido creador de alta costura

7 min

“Es el único de nosotros que es un verdadero couturier --costurero--”. Estas fueron las palabras con las que la diseñadora francesa Coco Chanel definió al modista de origen guipuzcoano Cristóbal Balenciaga. El afán por ir más allá de los bocetos hizo que no solo fuera un pensador más de la moda de la época, sino un heredero de la profesión y la esencia femenina de su madre, que era costurera en Getaria (Guipúzcoa). Esa esencia es la que traslada la primera exposición monográfica de sombreros Balenciaga del mundo, que abre este jueves sus puertas en el Museu del Disseny de Barcelona.

Tres sombreros diseñados por Cristóbal Balenciaga en la exposición barcelonesa / MUSEU DISSENY
Tres sombreros diseñados por Cristóbal Balenciaga en la exposición barcelonesa / MUSEU DISSENY

La exposición Balenciaga. La elegancia del sombrero, muestra 83 tocados, 78 de los cuales se presentan individualmente, nueve con un conjunto y un vestido con estola. La selección para esta galería ha sido fruto de la unión de colecciones entre el Museu del Disseny, que aporta 43 sombreros, y del Museo Cristóbal Balenciaga de Getaria, que lo hace con 44. Estas piezas reunidas en un ambiente totalmente moderno provocan en el visitante un choque entre épocas, que van desde finales de los años 30 hasta el cierre de las casas Balenciaga en 1968.

Piezas “únicas” y feminismo

Lo primero que se debe entender al llegar a la exposición es que el sombrero era “el todo” para Balenciaga. El diseñador vasco concebía la elegancia del vestido junto al tocado, que era de compra opcional en los establecimientos del modista. “El sombrero remataba el look”, remarca Igor Uría, conservador del Museo Cristóbal Balenciaga. No obstante, estas piezas únicas que las señoras adineradas de la primera mitad del siglo XX lucieron por arreglos de las modistes, como se conocía a las sombrereras que realmente se esmeraban en lograr la perfección de las prendas del diseñador, no lo eran del todo. Estaban producidas en cadena con retoques mínimos de tamaño o forma, como los arreglos del largo de los pantalones actuales, por ejemplo.

Vestidos expuestos en el Museu del Disseny de Barcelona / MUSEU DISSENY
Vestidos expuestos en el Museu del Disseny de Barcelona / MUSEU DISSENY

La figura de la modiste coincide con la visión feminista del diseñador español, que venía de su época en Getaria, cuando la abuela de la reina Fabiola de Bélgica puso a prueba al pequeño Balenciaga copiando un vestido de su colección privada. A esto se le suma la afición por la costura de su madre, la promoción de los arreglos hechos por y para mujeres en la primera mitad del siglo XX y la dirección de las casas de venta a la alta sociedad de la época. La de París estaba liderada por Madame Belita Dauvilliers, y la de Madrid, Eisa, por María Ozcariz. Puntos relevantes del modista que la exposición en el museo barcelonés quiere poner en valor para retratar a todas las mujeres que hicieron grande a Balenciaga.

San Sebastián, Madrid, Barcelona y París

Las casas Balenciaga, donde se adquiría la indumentaria expuesta en el Museu del Disseny, no eran tiendas de moda al estilo de las que conocemos en el siglo XXI y mucho menos las que llevan su nombre hoy, que fueron una refundación, con un diseño y propietarios --Kering-- totalmente diferentes, en 1986. Estos lugares de creación funcionaban como clubs de la alta sociedad en los que solo se entraba por recomendación y como clientes, no a comprar una sola prenda. Eran espacios especializados, en los cuales las vendedoras aconsejaban a las señoras en sus elecciones para los eventos más selectos.

Sombreros de los años 40 diseñados por Cristóbal Balenciaga / MUSEU DEL DISSENYSombreros de los años 40 diseñados por Cristóbal Balenciaga / MUSEU DEL DISSENY
Sombreros de los años 40 diseñados por Cristóbal Balenciaga / MUSEU DEL DISSENY

La primera casa de la costura abrió en 1927 en San Sebastián (Guipúzcoa), la segunda en Madrid en 1933, la tercera en Barcelona en 1935 y la última en París (Francia) en 1937. La capital española y la catalana cesaron la actividad durante la Guerra Civil de forma temporal. No obstante, las aventuras parisinas del guipuzcoano empezaron por extrapolar la decoración y la esencia de su club creativo barcelonés a la capital de Francia.

La alta costura barcelonesa

La directora del Museu del Disseny, Pilar Vélez, recuerda que los 83 sombreros de la exposición son una selección de un total de 173. La colaboración entre la sala barcelonesa y la vasca ha hecho que ambas aporten aproximadamente la mitad del material que puede ver y analizar el visitante, pero el origen de algunos tocados y la documentación relativa a estos y al diseñador proceden de la Ciudad Condal. El 50% son fruto del fondo privado de Anna Maria Torra Amat de Gili, especialmente los pertenecientes a las décadas de los 30 y 40.

Panorámica de la exposición Balenciaga en Barcelona / MUSEU DEL DISSENY
Panorámica de la exposición Balenciaga en Barcelona / MUSEU DEL DISSENY

Barcelona fue determinante en el desarrollo de la alta costura en España desde principios del siglo XX, pero también lo hizo en las creaciones de Balenciaga. Las aperturas de Pedro Rodríguez en 1919, Lanvin en 1920, la Exposición Internacional en 1929 y las convocatorias de la Exposición del Arte del Vestir y Salón de Creaciones iniciadas en 1935 hicieron de la capital catalana el epicentro de la moda, obviamente, más allá de París. Algo que el Museu del Disseny ha querido devolver a la ciudad, con uno de los más aclamados diseñadores españoles de todos los tiempos y como recuerdo de esas épocas pasadas, cuando la industria textil, la creación y el diseño le permitían competir con la capital de Francia.