Autocine / DOUG MCCAUGHAN - FLICKR

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Creación

Autocine Barcelona: la historia del cine de verano que no fue

Esta iniciativa fue homenajeada en el Automobile Barcelona, más de 40 años después de su inauguración

25 agosto, 2019 14:55

Acudir a un autocine se convirtió en uno de los planes de ocio más atractivos para las familias y parejas en la segunda mitad del siglo XX. Era una actividad que estaba relacionada directamente con las posibilidades económicas de los espectadores, ya que se necesitaba un automóvil para poder entrar al recinto y ver las películas.

El 1 de septiembre de 1977 se inaguró el primer Autocine de Barcelona, ubicado en el kilómetro 7 de la autovía de Castelldefels. Más de 40 años después de su apertura, en mayo de este año fue homenajeado en el Automobile Barcelona, con un gran espectáculo audiovisual preparado para conmemorar los cien años de historia que ha cumplido la feria del motor celebrada en el recinto de Montjuïc.

‘Los doce días de Asterix’ y ‘Frenesí’

Pese a estar tan solo seis años en funcionamiento, el autocine de Barcelona tuvo una popularidad considerable entre los amantes del séptimo arte. El día de su inicio presentó un lleno absoluto. La capacidad del recinto estaba preparada para un total de 385 coches --es decir unos 800 espectadores si se cuentan dos personas por máquina-- que podían disfrutar de los mejores largometrajes gracias a su pantalla de 250 metros cuadrados.

Los doce días de Asterix y Frenesí fueron las dos películas escogidas para el día de la inauguración. La primera se proyectó para la sesión de la tarde, mientras que la segunda se hizo por la noche, idónea para aquellos espectadores que preferían disfrutar de una sesión de cine bajo las estrellas. El autocine estaba dotado de un servicio de bar y enfermería para primeros auxilios.

Declive del autocine

La aparición del reproductor de vídeo particular, así como los sistemas audiovisuales posteriores y la aparición de nuevas formas de ocio fueron algunos de los factores que aceleraron la desaparición de los autocines. El autocine de Barcelona cerró sus puertas definitivamente en el 1983.

En la actualidad, se siguen realizando proyecciones al aire libre en diferentes espacios dentro de la ciudad condal. En la Sala Montjuïc o en Cinema Lliure a la Platja, se puede disfrutar de una buena sesión de cine de verano, aunque eso sí, estos recintos no están preparados para albergar vehículos.