Creación

Alan Turing, el padre de la infomática, recibe el perdón real por ser gay 60 años después de su muerte

Fue uno de los cerebros que descifró el código Enigma alemán durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que ayudó a salvar miles de vidas, según el ministro de Justicia británico.

24 diciembre, 2013 11:42

Alan Turing - Celebrating the life of a genius from Cambridge University on Vimeo.

 

Alan Turing, un brillante matemático que durante la Segunda Guerra Mundial descifró el código de la máquina Enigma alemana y sentó las bases de la informática, fue condenado en el 1952 por su condición de homosexual y castrado químicamente mediante la inyección de hormonas femeninas para evitar prisión. Hasta el año 1967 las prácticas homosexuales eran consideradas ilegales y un delito grave en Gran Bretaña.

Sesenta años después de su muerte, un presunto suicidio cometido con cianuro sobre una manzana dos años después de ser condenado –se dice que el logo de Apple es un homenaje-, la reina Isabel II le ha concedido el perdón real en Navidades por sugerencia del ministro de Justicia Chris Grayling, presionado por una petición popular.

En el 2012 se presentaron 23.000 firmas al Gobierno inglés para que concediera el perdón a Turing pero el Ejecutivo negó esa posibilidad alegando que fue condenado con una ley por entonces vigente.

Aportación decisiva para la victoria aliada sobre el fascismo

La flota de submarinos alemanes del Atlántico Norte se comunicaba durante la Segunda Guerra Mundial con un código que proporcionaba la llamada máquina Enigma, inventada por el ingeniero Arthur Scherbius, que codificaba los mensajes alemanes.

Turing y un grupo de científicos afincados en Benchley Park, cerca de Londres, consiguió descifrar ese código y, por tanto, las comunicaciones de las fuerzas alemanas. Fue una de las contribuciones más decisivas para que el bando aliado pudiese ganar la Segunda Guerra Mundial. Según el ministro Grayling, este logro consiguió "salvar miles de vidas".

Ese mismo equipo de Benchley Park desarrolló 'Colossus', la primera computadora programable. No obstante, después de la guerra, el primer ministro británico Winston Churchill ordenó la destrucción de 'Colossus' y la de otras máquinas de Turing para mantenerlas en secreto frente a la Unión Soviética.