Adele triunfa en la gala de los Grammy / EFE

Adele triunfa en la gala de los Grammy / EFE

Creación

Adele y David Bowie triunfan en los Grammy

La gala rindió homenaje a George Michael y lanzó duras críticas al presidente Donald Trump

13 febrero, 2017 08:54

Los Grammy de este año tienen nombre británico. Adele y David Bowie se hicieron con todos los premios a los que aspiraban, cinco cada uno. Entre homenajes y dedicatorias especiales, también hubo espacio para que el mundo de la música lanzara una crítica contra las políticas de inmigración del presidente Donald Trump.

La joven de Tottenham, de 28 años, se convirtió así en la primera artista que logra la victoria en las tres categorías principales del evento por segunda vez. Se llevó los trofeos a mejor álbum del año y mejor álbum vocal pop tradicional, ambos por 25, así como los de mejor grabación del año, mejor canción del año y mejor actuación pop en solitario, los tres por el célebre Hello.

A título póstumo, Bowie, fallecido en enero del año pasado, se llevó los galardones a mejor canción rock (Blackstar), mejor actuación rock, mejor álbum de música alternativa, mejor diseño de empaque y mejor ingeniería musical en un álbum de música no clásica. Blackstar, el álbum número 25 de su carrera, le volvió a dar al de Brixton un Grammy después de más de 30 años.

Dedicatorias y homenajes

Adele dedicó su triunfo a Beyoncé, que en su opinión merecía el trofeo al mejor álbum del año. "El mejor álbum para mí es el suyo (Lemonade), un trabajo monumental y bien pensado. Es un trabajo precioso donde desnuda su alma y podemos ver una parte de ella que no siempre enseña", dijo al recoger el gramófono.

La irrupción de Beyoncé, embarazada de gemelos y vestida de dorado, fue una de las actuaciones más aclamadas de la velada. También revolucionaron la gala Katy Perry, Alicia Keys o Lady Gaga.

La emoción alcanzó su pico con el tributo de la Academia de la Grabación al fallecido George Michael y el homenaje a Prince firmado por The Time y un Bruno Mars.

Críticas a Trump

También hubo espacio para las críticas contra el presidente de EEUU, Donald Trump. El momento más ilustrativo fue cuando tiraron abajo un muro, en una valiente escenografía de A Tribe Called Quest y Busta Rhymes. El poder de las minorías y la llamada a respetar la diversidad fueron el lema de la actuación. Katy Perry lució un brazalete en el que se leía Resiste, entre múltiples referencias a la constitución de EEUU.

Jennifer López también se sumo a las reivindicaciones: “No hay tiempo para la desesperanza, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad para el silencio ni espacio para el miedo”, añadió.