En este lugar minúsculo y encantador donde apenas caben seis personas, sirven el mejor cortado de New York y juro que no es una hipérbole. Si andáis por Park Slope, un barrio encantador, donde pasear supone esquivar continuamente cochecitos de bebé (que me lleva a preguntarme si ponen algún tipo de fertilizante en el agua), el Café Regular es un oasis de paz y civilización donde es posible tomar bagels, huevos duros y zumo de naranja recién exprimido a un precio que no deja el bolsillo tiritando, además de poder consultar el New York Times y todo tipo de revistas y suplementos literarios.