En la calle Còrsega de Barcelona, entre Sant Agustí y Santa Tecla, hay dos locales, creados por la intrépida pareja Sofía y Sergio, donde siempre sales contento. La Pepita, el original, está siempre a tope de habituales, turistas y curiosos, que devoran como un solo hombre las especialidades andaluzo-catalano-japonesas que crea Sergio en la cocina: sus ya legendarias anchoas La Pepita (servidora puede devorar media docena de una sentada), calamares a la andaluza con rúcula y kimchi, buñuelos de berenjena con manzana, fabuloso steak tartar...