En el número 7 de Spring Street (Nueva York) está este cavernoso pero electrizante restaurante donde no admiten reservas y la cola los fines de semana puede detener a más de uno. La espera merece la pena, por un precio más que razonable se puede degustar la comida thai más interesante y viva de la ciudad. Las vieiras en ceviche thai son muy sabrosas, todos los currys son recomendables y los platos a la plancha (incluido el pulpo) desbordan sabor y frescura. Como postre, el sundae de coco es un digno colofón. Dos calles más allá, si se tiene prisa, se puede comer algo rápido en Uncle Boons Sister.