El Cisne Azul, en la calle Gravina 19 de Madrid, es un auténtico paraíso para los amantes de las setas, raza de la que formo parte: boletus, colmenillas, perretxicos, pezón azul, setas de cardo, trompetas de la muerte, angulas del monte. Entrar en El Cisne Azul es toda una experiencia. A veces, cuando acaban de traer el producto, el restaurante huele deliciosamente a monte y a humedad, ya desde la calle. La selección micológica de este simpático local es impresionante y sus combinaciones espectaculares: además de las tradicionales y ubicuas de boletus con yema de huevo o foie, son capaces de mezclar de manera memorable setas con zamburiñas o colas de cigala. Doy fe de que los fanáticos de las setas esperamos siempre el momento de volver a El Cisne Azul.