Un equipo de ralidad virtual para realizar visitas inmobiliarias / EP

Un equipo de ralidad virtual para realizar visitas inmobiliarias / EP

Business

Visitas virtuales, la nueva tendencia para cambiar de casa desde el sofá

La pandemia ha impulsado cambios irreversibles en el sector inmobiliario, que ha acelerado su transformación digital

9 diciembre, 2021 00:00

Para cualquier persona que busque un nuevo hogar, sea de alquiler o de compra, es imprescindible ir a ver diversas viviendas y compararlas, un proceso que aunque necesario, suele ser costoso en tiempo y esfuerzo. La pandemia todavía dificultó más las visitas presenciales, pero dio alas a las virtuales, un fenómeno que ya existía pero que se popularizó al adquirir una nueva dimensión práctica y que se ha consolidado, tanto para sustituir como para complementar a la vía tradicional para seleccionar una casa.

Según Idealista, “los profesionales inmobiliarios han descubierto el enorme potencial que aportan a sus estrategias las visitas virtuales en todas sus vertientes”. “Lo que comenzó siendo una herramienta para seguir ofreciendo sus servicios en un entorno de confinamiento se ha asentado como un magnífico aliado tanto para vendedores como compradores en un entorno mucho más normalizado”, escribe Francisco Iñareta en un mail para Crónica Global. El portavoz de la plataforma inmobiliaria asegura que “de hecho, a día de hoy se realizan mensualmente el doble de visitas virtuales que antes de la pandemia en los anuncios de idealista”.

Contratos inteligentes

Esta tendencia no se limita solo a las transacciones de vivienda, sino que también que también se da con los locales. La startup catalana Brickbro permite comprar un local “de manera 100% online”. “El comprador ve el inmueble, hace una visita virtual a través de los agentes y, si quiere hacer una visita física, se desplaza al inmueble”, explica Guillermo Preckler, consejero delegado de la proptech.

La compañía pondrá en marcha en enero una plataforma en su web que permitirá, además de hacer las visitas de forma virtual, hacer la oferta del contrato de arras y firmar los contratos por vía digital, así como pagar por tarjeta “como si compraras un viaje por Booking”. El único trámite que se deberá hacer presencialmente es el paso por la notaría, aunque se podrá contactar con el notario desde la plataforma y se está trabajando en una solución de contratos inteligentes a través de blockchain. “Intentamos añadir tecnología para digitalizar al máximo este proceso”, sintetiza Preckler.

Operaciones en línea

Grocasa, otra inmobiliaria que está trabajando en la incorporación de las visitas virtuales, decidió hace dos años crear dos departamentos de servicios totalmente en línea: uno de hipotecas y otro de compraventa de inmuebles. “Para los clientes, el principal atractivo de nuestro modelo de negocio digital es que, sin moverse de casa, pueden obtener respuesta”, observa Daniel Pérez, director de Marketing de la empresa, que añade que “la digitalización del sector ha llegado para quedarse”

Para Pérez, “son muchas las ventajas que ofrece trabajar con una empresa de servicios 100% online”. “Ahorramos tiempo, ya que antes se perdía una mañana entera haciendo gestiones con los bancos, y ahora se puede resolver todo en minutos, sin necesidad de desplazamientos innecesarios”, concluye.

Hacia la digitalización

La mayoría de inmobiliarias aún tienen los deberes por hacer en este campo, como muestra el último informe Madurez digital del sector inmobiliario de CBRE, que suspende a las inmobiliarias españolas con un 4,9 en esta transformación tecnológica. Sin embargo, la calificación ha mejorado un 28% con respecto al año pasado y se espera que crezca otro 25% en los próximos tres años.

Casi la mitad de las compañías encuestadas en este estudio aseguran que incrementarán su inversión en tecnología y digitalización en 2022. El sector también prevé que los fondos europeos impulsen la transformación digital y ve con interés desarrollos tecnológicos como el internet de las cosas (IoT), el blockchain o la inteligencia artificial.