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Villar Mir, necesitado del rescate de la SEPI para evitar la ejecución de Tyrus

El fondo acreedor da aire hasta finales de año al hólding familiar para una deuda pendiente de 220 millones, pero éste debe cerrar ventas de activos para hacer amortizaciones parciales

12 marzo, 2022 00:00

El tiempo vuelve a ser un factor condicionante para la supervivencia del que fuera antaño uno de los principales conglomerados industriales del país, el Grupo Villar Mir. El fundador y antiguo accionista mayoritario de OHL aguarda con impaciencia el rescate público solicitado con la vista puesta en el final del presente año, cuando deberá hacer frente a la deuda de 245 millones de dólares (unos 220 millones de euros al cambio actual) que mantiene con el fondo Tyrus, su mayor acreedor en la actualidad.

A marchas forzadas, el grupo que lleva el apellido de su artífice y creador, Juan Miguel Villar Mir, y que ahora preside su primogénito, Juan Villar-Mir de Fuentes, logró a finales del pasado año la enésima refinanciación de una deuda que ha amortizado en los últimos tiempos a golpe de venta de activos y de daciones en pago, que han dejado al hólding notablemente descapitalizado.

Refinanciación in extremis

Entre las primeras cabe destacar la de Fertiberia, uno de los primeros productores de fertilizantes del país, traspasado al fondo Triton; y entre las segundas, la de la cementera Pacadar, entregada a OHL como parte del pago de una deuda histórica que ascendía a cerca de 130 millones de euros.

En el proceso cerrado en la recta final de 2021, Grupo Villar Mir logró llevar hasta finales de 2022 la deuda contraída con Tyrus, entidad domiciliada en Luxemburgo, que proviene de un préstamo originalmente firmado en noviembre de 2018 por un importe de 365 millones de dólares y que ha sido amortizado parcialmente con algunas de las ventas realizadas por el grupo.

Cuentas reformuladas

Sin embargo, el tiempo acecha al hólding familiar dado que, como parte del proceso de refinanciación y en paralelo con la extensión del vencimiento hasta finales de 2022, se acordó una amortización intermedia que “se espera atender mediante la desinversión de algunas de las participaciones del grupo”, según reza el último informe anual de Grupo Villar Mir depositado en el Registro Mercantil.

El documento está referido a las cuentas del ejercicio 2020 aunque incluye una reformulación de las mismas realizada por el consejo de administración hace apenas unos meses, en noviembre de 2021, precisamente a raíz de las diversas operaciones de refinanciación de deuda que permiten mantener en pie al grupo.

El rescate de la SEPI

Las mencionadas desinversiones no terminan por llegar. Grupo Villar Mir mantiene el cartel de “se vende” prácticamente en todos sus activos, incluyendo los inmobiliarios, agrupados en Espacio (matriz de la entidad) y la división de energía, actualmente la más dinámica de la compañía. De ahí la urgencia de que lleguen los fondos solicitados a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el marco del programa puesto en marcha por el Gobierno en el contexto de la pandemia para apoyar a las empresas afectadas por la crisis del Covid-19.

El aluvión de solicitudes, junto a la polémica levantada por la concesión de algunas de las ayudas (en especial, la de la aerolínea Plus Ultra) y la complejidad de procesos como los de Abengoa y Duro Felguera, complican la llegada de un rescate valorado en unos 240 millones de euros, que también podría ser empleado para amortizar la otra parte principal de la deuda del grupo, que también cuenta con Tyrus como acreedor.

Opción sobre Ferroglobe

Se trata de un préstamo solicitado en su día a un sindicato bancario que terminó por liderar Credit Suisse, tras algunos procesos de refinanciación anteriores, y que la entidad suiza vendió finalmente al fondo a comienzos de 2021.

El principal de esta deuda asciende a 115 millones de euros, con un compromiso de amortizar aproximadamente la mitad a corto plazo; además, Grupo Villar Mir ha otorgado a Tyrus una opción de compra de en torno a un 5% del capital de Ferroglobe, uno de los principales activos que aún mantiene el hólding, que cuenta con una participación mayoritaria del 53% en la compañía de ferroaleaciones cotizada en el Nasdaq estadounidense.

Incertidumbre del auditor

Precisamente, es este paquete de acciones el que garantiza el préstamo y el que está en juego en el caso de que Villar Mir no fuera capaz de amortizarlo.

La situación del grupo y la dependencia de esas desinversiones para atender a los compromisos adquiridos en los acuerdos con los acreedores ha llevado a Deloitte, auditor de la empresa, a manifestar “una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento”.

Causa de disolución

Las cuentas reformuladas arrojan un fondo de maniobra negativo de 120 millones de euros y patrimonio neto de apenas 98 millones de euros netamente inferior a la mitad del capital social (502 millones), como exige la Ley. No obstante, Grupo Villar Mir cuenta aun con las medidas legales excepcionales adoptadas con motivo de la pandemia para evitar la entrada en causa de disolución.

Si finalmente tuviera que entregar algunas de las garantías al fondo Tyrus, no sería ésta la primera ejecución que sufriría el conglomerado de empresas. A finales de 2021, el fondo Arbor se quedó con el 50% que Villar Mir poseía en la Torre Caleido, conocida como “la quinta torre” por haberse levantado en el entorno del complejo Cuatro Torres construido en su día en los terrenos que ocupaba la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Arbor ejecutaba de esta forma una garantía que sostenía parte de un préstamo concedido al grupo que, en su día, ya se deshizo de una de aquellas cuatro torres (Torre Espacio) también con el fin de reducir su endeudamiento.