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¿Vale LaLiga, con resultados operativos negativos, un 20% más que Caixabank?

El principio de acuerdo de la patronal del fútbol español con CVC genera dudas similares a las que han terminado por echar abajo operaciones de este tipo en Italia, Francia o Alemania

7 agosto, 2021 00:00

Dudas, muchas dudas. Y más incertidumbre. Es lo que, por el momento, ha dejado como resultado el principio de acuerdo entre LaLiga y el fondo CVC para que cayera sobre el fútbol profesional español una lluvia de 2.700 millones de euros. Es decir, una operación para eliminar precisamente aquellas sensaciones mencionadas al inicio y que, lejos de despejar, ha contribuido a multiplicar. Porque aún no queda nada claro a cambio de qué llegará ese dinero y, sobre todo, con qué condiciones.

Entre los escasos detalles que ha facilitado oficialmente LaLiga está el de la estructura de la operación, consistente en la creación de una sociedad a la que se traspasaría todo el negocio, el entramado societario y las alianzas de la organización y en cuyo capital se daría entrada a CVC con una participación de algo más de un 10%.

Entre las primeras del Ibex

La propia sociedad presidida por Javier Tebas se aventuraba a calcular que la operación contribuye a poner en valor LaLiga: en concreto, algo más de 24.000 millones de euros. Una cifra que le permitiría, en el caso de ser una empresa cotizada, estar entre las diez mayores del Ibex 35, por delante de nombres como AENA, Telefónica o Caixabank.

Es este uno de los puntos de los que parten las dudas. ¿Es posible que LaLiga valga un 20% más que el primer banco de España, cuando en los últimos años ni siquiera ha logrado un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo? ¿Sería posible que CVC accediera a ejecutar una operación de este tipo?

Una costosa hipoteca

No dejan de ser preguntas retóricas, con una respuesta negativa más que obvia. De lo que realmente se trata es de una cesión encubierta de ingresos futuros, fundamentalmente de los derechos de TV, de marca y de imagen, que los clubes miembros de LaLiga tienen cedidos a la entidad para su explotación por plazos de tres años. Pero en este caso no sería precisamente a corto plazo. Aunque el tiempo no ha trascendido oficialmente, en el mercado se habla de una duración de entre 40 y 50 años.

“No estoy dispuesto a hipotecar al club durante los próximos 50 años”, aseguró el presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, durante la rueda de prensa convocada para explicar los detalles del fin de la relación entre el Barça y Leo Messi.

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

El Madrid, también al ataque

Otro de los miembros de LaLiga señaló que no puede apoyar una operación "que regala a unos inversores el futuro de 42 clubes de Primera y Segunda División y el futuro de los clubes que se clasificarán durante estos 50 años”. No es uno cualquiera, sino el Real Madrid, el otro máximo exponente del fútbol profesional en España.

Con estas cifras, que no fueron desveladas de forma oficial por LaLiga en su comunicado del miércoles, el panorama comienza a aclararse. Parece evidente que LaLiga no vale per se un 20% más que Caixabank. Los derechos televisivos de los clubes durante el próximo medio siglo es ya otro activo. Que, por cierto, tampoco equivale a esa cantidad sino a mucho más. Ahí está el negocio para CVC, disfrazado casi de “generosa donación” a un fútbol profesional muy necesitado en estos momentos por los efectos notablemente negativos que la pandemia ha tenido sobre sus cuentas.

Rentabilidades de dos dígitos

Incluso, el comunicado del Real Madrid llega a poner números a ese negocio. “Las condiciones económicas pactadas con el fondo CVC la dan unas rentabilidades de más del 20% anual”.

Una imagen de archivo de Florentino Pérez durante una rueda de prensa de Zinedine Zidane / EFE

Una imagen de archivo de Florentino Pérez durante una rueda de prensa de Zinedine Zidane / EFE

Precisamente, en el caso del Real Madrid cabe tener en cuenta que ya recorrió una vez este camino y, coloquialmente hablando, salió muy “escaldado” de la experiencia.

La experiencia con Dorna

Corrían los primeros años 90, el club merengue vivía una situación deportiva y, sobre todo, económica muy deprimida en los últimos años de mandato de Ramón Mendoza, su entonces presidente. En una operación a la desesperada en busca de liquidez urgente, el mandatario acordó la cesión de todos los derechos relacionados con la marca y las retransmisiones de TV (que por entonces no estaban centralizados) a la empresa Dorna.

Una maniobra que resultó todo un paradigma del modelo de “pan para hoy y hambre para mañana”, hasta el punto de que su sucesor en el palco del Bernabéu, Lorenzo Sanz, emprendió una costosa negociación para recuperarlos, antes de que el agujero para las todavía entonces maltrechas arcas del club siguiera incrementándose.

Una industria muy golpeada

De la misma forma, el Barça ha renunciado a vender la sociedad a través de la cual controla estos derechos, pese a que no han sido precisamente ofertas lo que le ha faltado.

Como espectáculo de masas y abierto al público que es, el deporte altamente profesionalizado ha sido una de las industrias que más impactada ha resultado desde el punto de vista económico por la crisis del coronavirus. Las imágenes de los estadios vacíos se ha traducido en alarmantes descensos de ingresos y ello a su vez en pérdidas que, en el caso del fútbol europeo, se cuentan por varios miles de millones.

Rechazo generalizado

Es este el escenario en el que se sitúa la notable interacción de entidades financieras, especialmente fondos de inversión, que han detectado una oportunidad de negocio en la acuciante necesidad por parte de la industria del fútbol de una liquidez que desde hace mucho tiempo ellas tienen casi por castigo.

No obstante, muchas de estas operaciones están pinchando en hueso. El caso más comentado en España en los últimos días ha sido el italiano por el hecho de haber sido también protagonizado por CVC. Pero algo similar ha ocurrido con los clubes profesionales en Francia y en Alemania.

Asamblea caliente

La próxima semana, en vísperas del inicio del campeonato, los clubes de LaLiga se reúnen en una asamblea que se prevé tensa, con este asunto encima de la mesa y la manifiesta oposición de los dos grandes (el Athletic Club de Bilbao, otra de las entidades que no es una sociedad anónima, tampoco está a favor), que incluso ya hablan de acudir a los tribunales.

Mientras, CVC guarda silencio desde el miércoles; no aparece como firmante en el comunicado de LaLiga ni tampoco ha emitido uno por su cuenta. Lo dicho, si la pretensión era calmar la incertidumbre, el efecto obtenido no ha podido ser más perverso.