La sede del Banco de España en Barcelona durante una protesta antisistema / EFE

La sede del Banco de España en Barcelona durante una protesta antisistema / EFE

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Una remesa especial de efectivo del Banco de España desata las alarmas

Los bancos han pedido más efectivo al instituto emisor para hacer frente a la demanda de billetes durante el largo puente de La Mercè

25 septiembre, 2015 12:27

Las sucursales bancarias de Barcelona y su área metropolitana han visto reforzadas sus reservas de efectivo de cara a este largo puente de La Mercè. El Banco de España envió ayer un primer convoy escoltado por la Guardia Civil con destino a su sede barcelonesa cargado de billetes y monedas.

El envío del instituto emisor ha desatado las alarmas porque en algunos medios se ha entendido que se trataba de hacer frente a un eventual corralito tras los resultados del 27S si éstos son muy favorables a las candidaturas que defienden la secesión de Cataluña.

Iniciativa de los bancos

Desde el propio Banco de España recuerdan que son las propias entidades financieras las que hacen sus previsiones de necesidad de efectivo y en función de éstas formalizan sus peticiones al instituto emisor.

Los bancos habrían considerado que la coincidencia del día de pago de las pensiones –el 25–, ya a finales de mes, cuando se cobran las nóminas, con un largo puente desde el día 24 al 27 requería un reforzamiento del efectivo, tanto para las sucursales, que hoy están abiertas, como para los cajeros automáticos, en los que hay que reponer billetes periódicamente.

3.000 euros de tope

Aunque la normativa vigente obliga a que los clientes avisen con antelación a sus bancos de reintegros superiores a 3.000 euros, una afluencia importante podría provocar escaseces puntuales que dieran lugar a la propagación de rumores. Lo mismo que si algunos dispensadores se quedaran secos.

La alarma ante esas remesas extraordinarias, a las que ya aludían los rumores el miércoles pasado, tienen su origen en algunas declaraciones controvertidas de los últimos días. El propio Luis María Linde, gobernador del Banco de España, habló de la posibilidad --altamente improbable-- de que una independencia unilateral de Cataluña diera paso a un corralito; o sea, que en caso de que se produjera una alteración abrupta del ordenamiento jurídico, podría provocar una retirada masiva de dinero que acabaría con las reservas de los bancos y, a continuación, hubiera que dosificar los reintegros.

El Consell Assessor per a la Transició Nacional ya había alertado en 2013 de que una declaración unilateral podría suscitar una situación de ahogo de liquidez que forzara a un corralito.