Parte de la antigua ejecutiva de la federación de servicios de UGT de Cataluña que se votó en junio / CG

Parte de la antigua ejecutiva de la federación de servicios de UGT de Cataluña que se votó en junio / CG

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La división en UGT lleva a repetir el congreso de la federación de servicios privados

La guerra interna entre los sectores de servicios, movilidad y consumo fuerza a una renovación de la dirección solo nueve meses después de su creación

6 abril, 2017 00:00

La nueva etapa que UGT de Cataluña abrió hace más de un año con la implementación de una dirección bicéfala se ha visto empañada por la guerra abierta en la federación de servicios privados, la denominada Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC). Se trata de una de las tres grandes áreas en las que se divide la estructura del sindicato --industria, servicios públicos y privados-- y la dirección que se acordó en el momento de su constitución no ha resistido nueve meses.

Hoy empieza un congreso para buscar a un sustituto a Joan Piqué, elegido secretario general a finales del pasado junio con tan solo el 52,73% de los apoyos. En ese momento, y tras la intervención de la dirección del sindicato, se alcanzó un frágil equilibrio entre los diferentes intereses sectoriales de las organizaciones que se unían. Pero se rompió poco después.

Guerras internas

Las guerras intestinas continuaron y Piqué arrojó la toalla. Presentó la dimisión. “Perdimos la confianza en el antiguo secretario general”, indica uno de los miembros de la candidatura favorita para tomar el control de la FeSMC. La que propone que Carlos González, líder de la sección de UGT en el Metro de Barcelona, sea el nuevo secretario general. Se enfrenta a otra candidatura que han articulado parte de los representantes del sector financiero.

Fuentes del sindicato aseguran que el congreso que empieza este jueves será una “guerra de egos” entre los miembros de la federación con mayor afiliación y más proyección para crecer en UGT.

Rencillas antiguas

Indican que se trata de rencillas antiguas que nadie ha sido capaz de solucionar. Como la división que existe entre los afiliados de comercio y hostelería o la distancia de esta sección con transportes. Estalló con la unión previa de ambos sectores y se optó por el reparto de cargos para evitar que fuera a más.

Pero ahora se han eliminado sillas en la dirección de las federaciones y los sectores. El sindicato se ha sometido a una dieta para evitar duplicidades, ganar agilidad y rebajar los costes fijos de personal que no ha ayudado a apaciguar los ánimos en la FeSMC catalana.

La atalaya de Cilleros

Se debe tener en cuenta que esta federación es también donde se articula a nivel estatal la principal oposición al líder de UGT, Pepe Álvarez. Está bajo el control de su rival, Miguel Ángel Cilleros, y el enfrentamiento que aún mantienen ambos sindicalistas da alas a la división en Cataluña.

Las fuentes consultadas lamentan que, sea cual sea el resultado del congreso, la FeSMC saldrá con un liderazgo débil que temen que entorpezca sus posibilidades de crecimiento.