El secretario general de UGT, Pepe Álvarez / EUROPA PRESS

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez / EUROPA PRESS

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El congreso catalán de UGT que es clave para el futuro de Álvarez

La reticencias a aplazar las elecciones en la FeSMC estarían vinculadas a su incidencia en la cúpula de la organización en Cataluña y a escala confederal

23 noviembre, 2020 18:38

Quién dirigirá la Federación de Servicios de Cataluña (FeSMC) los próximos cuatro años es una cuestión que no se sabrá hasta última hora de este lunes. El congreso de esta parte del sindicato catalán tiene lugar en Barcelona rodeado de polémica por la negativa del secretariado confederal a aplazarlo, la recomendación (no obligación) de la Generalitat de que no se celebrase y la tensión entre los asistentes que ha estallado durante la mañana. Momento en el que un delegado y un invitado de dos secciones rivales, Turismo y Transportes, han llegado a las manos.

La cuestión, tal y como indican desde UGT, es que el desenlace del encuentro que aún está en marcha es clave para decidir quién ocupará la secretaría general confederal a partir de 2021. Es decir, si Josep María (Pepe) Álvarez tiene el camino despejado para continuar otros cuatro años o si alguna de las candidaturas rivales que estudian saltar al ruedo se puede llevar el gato al agua.

Congreso catalán de diciembre

La votación de la FeSMC se plantea en clave interna como un ensayo de lo que pueda ocurrir en el congreso de la UGT de Cataluña en diciembre. Si gana la candidatura oficialista, la que lidera Óscar López Chamosa, está prácticamente asegurado que Camil Ros se quede en la secretaría general de la organización sin tener que esfozarse demasiado para la reelección.

Este escenario cambiará si finalmente si impone la lista alternativa que encabeza Joan Piqué, que cuenta de entrada con el apoyo de la sección de Transportes. En este caso, Ros tendrá que ganarse la confianza del nuevo equipo de la federación catalana que, de entrada, es muy crítico con los últimos cuatro años en la organización. No tanto por la gestión del secretariado, sino por las tensiones políticas que se han vivido en el seno del sindicato que achacan directamente a los planteamientos personales del secretario general.

Camil Ros (i) y Matías Carnero (d), líderes de UGT / EUROPA PRESS

Camil Ros (i) y Matías Carnero (d), líderes de UGT / EUROPA PRESS

La decisión de Carnero

Otra de las cuestiones que más debate ha generado en las últimas semanas en UGT de Cataluña es que el actual presidente, Matías Carnero, aún no se haya posicionado de forma pública en apoyo a Ros. Su entorno más cercano señala que la decisión de continuar en este cargo está tomada y es “en un 90% favorable” a repetir la dirección bicéfala como mínimo dos años más. Ya que no se descarta un medio mandato en que se prepare al futuro (o futura) secretario general de la organización en Cataluña.

Pero Carnero aún no ha dicho nada. Antes, indican los mismos interlocutores, quiere saber a quién propone Ros para la futura secretaría y para ello es clave el desenlace de este lunes. La federación de industria (Fica) ya celebró su congreso en verano y en los del área metropolitana, la territorial con más peso, y del sector público (FeSP) solo concurre una candidatura.

El futuro de Álvarez

Que Ros no obtenga la reelección fácil en Cataluña juega en contra de Álvarez. Supondría un tropiezo en su territorio de referencia, y sus contrarios esperan un tropiezo en este sentido para que la candidatura rival acabe de eclosionar. El congreso es en marzo y la maquinaria electoral del sindicato ya está en marcha.

Por ahora, la principal crítica que recibe el secretario general es la edad a la que llegará a la reelección. Sus próximos aseguran que no será difícil repetir las mayorías que obtuvo en 2016 y recuerdan que es poco probable que un rival tenga la proyección que ha conseguido tanto en los últimos cuatro años como en sus 26 años como líder en Cataluña. Los movimientos para facilitar su reelección han empezado este lunes en Barcelona.