Colas en el aeropuerto de Málaga durante la huelga de Ryanair / DANIEL LUQUE - EFE

Colas en el aeropuerto de Málaga durante la huelga de Ryanair / DANIEL LUQUE - EFE

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La UE prevé un verano de caos aeroportuario

La falta de personal, el cierre de espacios aéreos por la guerra y los retrasos que arrastra el Cielo Único Europeo hacen temer largas colas y cancelaciones a medida que se reactiva el turismo

1 julio, 2022 00:00

La Unión Europea se prepara para un verano de largas colas, cancelaciones de vuelos y descontrol en los aeropuertos. Problemas como las huelgas o el cierre de espacios aéreos han quitado capacidad operativa a la aviación comercial para satisfacer a toda la demanda a medida que resurge el interés por viajar tras el parón del Covid.

Se espera que el colapso vaya a más en las próximas semanas, aunque ya se están sufriendo colas, especialmente en puntos negros europeos como el aeropuerto de Fiumicino en Roma. "También en Asia, pero no es una excusa", reconoció hace unos días Henrik Hololei, director general de Transporte de la Comisión Europea, en un encuentro con la prensa.

Habrá "cuellos de botella"

"La gente no quiere explicaciones, quiere viajar cómodamente, pero este verano muchos tendrán que padecer molestias", admitió Hololei. El representante europeo culpó del colapso aéreo a los cambios de ruta por el cierre de espacios aéreos provocado por la guerra de Ucrania, que ha creado nuevos "cuellos de botella".

Por su parte, Adina Valean, comisaria de Transportes de la Unión Europea, identificó como "principal problema" los "mayores costes del combustible, la falta de personal, la subida de la demanda" o la "agitación de los sindicatos", que están generando "mucha presión en el sector". "En la temporada estival, los pasajeros se verán afectados", auguró.

Los restrasos llegarán a España

Fuentes de Vueling confían en que la situación de mayor caos se limite a países del este europeo como Polonia, más afectado por los cambios de ruta a partir de la invasión. En España, no descartan un efecto cadena que suponga retrasos de vuelos y episodios puntuales de cancelaciones generalizadas de vuelos en días concretos.

Sin embargo, destacan que los países que han apostado por el ERTE lo tienen ahora más fácil para reactivar el turismo, ya que no ha sufrido tan intensamente la fuga de talentos a otros sectores durante la pandemia. Pero hay un tercer factor --más allá de los conflictos laborales y cierres del espacio aéreo-- que amenaza los viajes del verano, tal y como apuntó Hololei: los retrasos que arrastra el Cielo Único Europeo.

Un control de la Guardia Civil en el aeropuerto de Madrid Barajas / EFE

Un control de la Guardia Civil en el aeropuerto de Madrid Barajas / EFE

El cielo sigue dividido

La UE cree que cuando sus países miembros sean capaces de integrar sus espacios aéreos en el llamado Cielo Único Europeo, los vuelos podrán ser más directos y se resolverán problemas logísticos como los mencionados. ¿Pero cuánto tardará en unirse el mosaico celeste por el que transitan los aviones? "Más de lo que yo pensaba", lamenta la comisaria Valean al ser consultada por este medio.

De hecho, ya nadie se atreve a poner una fecha concreta a la unificación del cielo. "Estamos hablando del medio o largo plazo", acota Pere Suau-Sànchez, profesor de Gestión de Tráfico Aéreo de la UOC y la Universidad de Cranfield.

El Aeropuerto Internacional de Pekín, China / EFE

El Aeropuerto Internacional de Pekín, China / EFE

Olivier Mongénie, responsable de Aeropuertos de Sesar, el organismo encargado de desarrollar la tecnología para el Cielo Único Europeo, señala que "tiene que exisitir una voluntad política para desplegarlo", aunque expresa confianza en que los primeros beneficios ya sean observables "en el corto plazo". Y, en 2027, la legislación europea obligará a algunos aeropuertos a coordinarse y compartir información con los gestores de red, lo que se espera que mejore la eficiencia de los vuelos.

Conflicto por la soberanía

¿Por qué los países se han resistido hasta ahora a implantar el cielo único? "Una de las barreras más importantes ha sido la cesión de soberanía del cielo de los estados al conjunto de Europa, pero eso se está resolviendo a través de la compartición de datos de cada país", explica Suau-Sánchez. Una solución intermedia que "puede mantener la soberanía" y a la vez conseguir "que se pueda hacer una gestión eficiente y centralizada".

"El Cielo Único Europeo que estamos proponiendo no quita soberanía, solo hace una optimización del espacio aéreo", sostiene la comisaria Valean al ser preguntada sobre el conflicto. Pone como ejemplo los cinco vuelos optimizados que partieron desde ciudades como Barcelona con destino a Lyon.

"Pero Sesar tuvo que llamar a los controladores aéreos. Tiene que ser automatizado, modernizado, automático. Es posible", asegura la responsable de la UE, que cree que "los Gobiernos no lo han entendido hasta ahora". Tras años de bloqueo político y de presiones de la industria privada a sus respectivos gobernantes para quedarse con la mayor parte posible del negocio que supondrá este proyecto, el Cielo Único Europeo empieza a despejarse, aunque con un largo camino por delante.