Según informa el portal Business Inside, esta campaña representa una estrategia inteligente para Uber, que ha adoptado un tono conciliador en su anuncio. En Londres, como muchas otras ciudades de Europa, la industria del taxi reaccionó en contra del crecimiento de este servicio de transporte privado.
Reticencias
El mes pasado, Transportes de Londres --el regulador de transporte de la capital-- hizo una serie de propuestas de nuevas restricciones a los servicios privados de alquiler de vehículos que fueron percibidas como un ataque a Uber y a otras aplicaciones similares. Estas medidas incluían un tiempo obligatorio de cinco minutos de espera, una solicitd de pre-reserva, además del inglés oficial en los conductores.
Los tradicionales black cab de Londres son una parte icónica del paisaje de la ciudad, que podría acabar bajo el control de Uber. Muchos taxistas son reticentes a colaborar con la plataforma, pero fuentes de la compañía aseguran que es una aplicación que se puede convertir en algo indispensable también para ellos.