Twitter lo carga el diablo. Que se lo digan a Elon Musk, el fundador de Tesla, quien acaba de ver cuáles han sido las consecuencias de un ‘tuit’ subido el pasado 7 de agosto, y enviado a sus más de 22 millones de seguidores, en el que avanzaba la privatización de la compañía y que había obtenido fondos para ello, con la recompra de sus acciones a 420 dólares.
Apenas dos meses después ha visto cómo, además de desplomarse un 30% el valor del fabricante de coches eléctricos, con una pérdida para los inversores de 20.000 millones de dólares, va a tener que pagar una multa de 40 millones de dólares y dejar la presidencia de Tesla durante 3 años, a cambio de que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) retire los cargos de fraude que se le imputan.
Mensajes "falsos y engañosos"
Tras semanas de investigación sobre el asunto, la SEC presentaba el pasado jueves la demanda por fraude contra Musk al considerar sus mensajes en Twitter "falsos y engañosos". Además, sostiene el supervisor bursátil estadounidense que el fundador de Tesla "sabía o estaba siendo temerario" al no saber que estaba engañando a los inversores con su información sobre la posible privatización de la compañía.
Aunque, en un principio, según la cadena estadounidense CNBC, Musk habría rechazado firmar el acuerdo, al entender que "no sería honesto consigo mismo, y no podría vivir con la idea de haber aceptado un acuerdo ni con la mancha asociada con él", finalmente terminó cediendo y aceptando las condiciones del pacto, pagar la multa de 40 millones de dólares y la renuncia a ejercer la presidencia de Tesla durante 3 años, aunque seguirá como consejero delegado.
El nuevo presidente, un independiente
Durante ese periodo, Musk será reemplazado en la presidencial de Tesla por una persona independiente, y la compañía deberá nombrar dos consejeros independientes para su consejo de administración, así como establece un "nuevo comité de consejeros independientes y pondrá más controles y procesos para supervisar las comunicaciones de Musk", señalan desde la SEC.
La presencia de Musk al frente de Tesla había estado cuestionada desde hace meses, inicialmente por la incapacidad repetida del fabricante de automóviles de alcanzar las cuotas de producción del Model 3 establecidas por el propio empresario.
El ‘tuit’ que ahora le ha supuesto esta multa y la retirada de la presidencia no es el único mensaje polémico lanzado por Elon Musk, como ocurrió cuando calificó de pederasta a uno de los buceadores que participaron en el rescate de los niños tailandeses atrapados en una cueva.