Una vigilante de seguridad de Trablisa en un aeropuerto / EFE

Una vigilante de seguridad de Trablisa en un aeropuerto / EFE

Business

Trablisa vulnera los derechos de los vigilantes de El Prat con la excusa del coronavirus

Los trabajadores no pueden descansar por la falta de relevos en los filtros de pasajeros y acusan a la empresa de incumplir el laudo del Ministerio de Fomento

13 julio, 2020 00:00

Malestar entre los vigilantes del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Los trabajadores de Trablisa, concesionaria del servicio de seguridad en los filtros de pasajeros, denuncian que la empresa aprovecha el estado de alarma para incumplir el laudo obligatorio que puso fin a sus reivindicaciones.

Como consecuencia del parón económico provocado por el coronavirus, la compañía anunció en abril un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para toda su plantilla. En concreto, en el aeropuerto de Barcelona resultaron afectados 400 empleados, de los cuales tan solo 112 han sido restituidos. Aunque la empresa satisface las ratios impuestas por AENA, encargada de ordenar las coberturas en los controles, los trabajadores consideran que Trablisa hace caso omiso de la resolución aprobada por el Ministerio de Fomento.

Incumplimientos

El Consejo de Ministros puso fin a la huelga indefinida de los vigilantes de El Prat en agosto de 2017. Mediante un golpe de autoridad, el Gobierno estableció las condiciones mínimas de trabajo y pacificó la situación en la infraestructura --entonces el servicio estaba en manos de Eulen, que perdió la contrata en favor de la firma balear--. El laudo incluyó un complemento salarial de 200 euros, cursos de radioscopia y la suspensión de las sanciones y expedientes abiertos contra los trabajadores, entre otras medidas.

Pero la paz ha quedado tocada por la pandemia. Los vigilantes acusan a Trablisa de no respetar los descansos laborales. "Como no hay personal para hacer relevos, los compañeros no pueden abandonar el puesto para ir al baño", afirma una fuente sindical. "No se facilitan las pausas para la comida, ir al baño o los breves, que son los paros de unos diez minutos que tenemos cada dos o tres horas", explica otro trabajador. Esta misma fuente exige "un pequeño esfuerzo adicional, porque el coronavirus no exime a la empresa de que incorpore más vigilantes". Trablisa no ha querido hacer declaraciones sobre este asunto.

Sin tambores de huelga

El aeropuerto de El Prat solo tiene operativa la terminal 1, aunque se ha anunciado que la T2 volverá a recibir vuelos a partir del 24 de julio. Los vigilantes todavía no han recibido información sobre si se añadirá más personal, aunque sospechan que será así para afrontar la mayor afluencia de usuarios.

Un vigilante de seguridad en un aeropuerto / TRABLISA

Un vigilante de seguridad en un aeropuerto / TRABLISA

Sin embargo, las relaciones entre las partes son mejores ahora que en veranos anteriores. De hecho, un portavoz sindical consultado por este medio reconoce que la carga de trabajo es menor debido a la caída del turismo. Respecto a las imágenes del pasado lunes donde se veían a pasajeros amontonados en los accesos, este representante lo achaca a un error puntual de gestión vinculado a un embarque de turistas de Ryanair

Licitación por 41 millones

Trablisa obtuvo la licitación pública del servicio en mayo de 2018, cuando arrebató a Eulen el caramelo de la seguridad en El Prat. La compañía ganó un contrato por valor de 41,2 millones durante dos años con opción a una posible prórroga durante dos más.

La última edición del concurso público incrementó un 35% su presupuesto. Este gesto fue visto como un intento de apaciguar los ánimos inyectando un plus de rentabilidad a la adjudicataria para que así se evitarán nuevos incidentes como los que han colapsado el aeropuerto en el pasado.