Ada Colau (i), alcaldesa de Barcelona, y Mercedes Vidal (d), concejal de Movilidad, junto a un mapa del metro de la ciudad / FOTOMONTAJE DE CG

Ada Colau (i), alcaldesa de Barcelona, y Mercedes Vidal (d), concejal de Movilidad, junto a un mapa del metro de la ciudad / FOTOMONTAJE DE CG

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Los trabajadores del Metro echan el enésimo pulso a Colau

La plantilla se une de nuevo en una plataforma de negociación que condiciona el diálogo a la retirada de 12 expediente sancionadores bajo la amenaza de huelga

30 noviembre, 2016 00:00

Los trabajadores del Metro de Barcelona superaron este martes las discrepancias internas que arrastraban desde hace meses. Se presentan de nuevo bajo una única voz para reclamar la renovación de un convenio que lleva más de un año de retraso y ha generado 13 huelgas de servicio en el ejercicio en curso. Están dispuestos a negociar, pero no se sentarán en la mesa con los representantes de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) hasta que la empresa pública no retire los 12 expedientes sancionadores abiertos contra empleados por generar presuntos retrasos de servicio que se entienden como paros encubiertos.

Así lo decidieron las asambleas que se celebraron por la mañana y por la tarde en el Casinet del barrio de Hostafrancs. Solo se sometieron dos medidas a la consideración de la plantilla y el debate, según los presentes, fue mucho más moderado y sosegado que en las últimas ocasiones. Algo inaudito hasta la fecha en las reuniones para abordar el conflicto laboral en el suburbano de la capital catalana que son muestra del hartazgo de las discrepancias, según los propios empleados.

Votación en urna

La primera cuestión que se sometió a votación fue bendecir la nueva plataforma que participará en las negociaciones si la empresa y la concejalía de Movilidad, encabezada por Mercedes Vidal (BComú), deciden retirar las penalizaciones. Tuvo el apoyo de 390 trabajadores, otros 42 se mostraron en contra y se registraron 29 abstenciones.

El voto no fue tan unitario en la decisión de paralizar el diálogo a la espera del gesto municipal. Salió adelante con el apoyo de 223 personas, la negativa de 194 y la abstención de otras 39. En el caso de que la contraparte no tenga en cuenta sus reclamaciones, aseguran que no se les caerán los anillos para convocar nuevos paros en el servicio. 

Como hecho diferencial en este encuentro de los trabajadores del Metro, la votación se hizo en urnas, por lo que se da mayor validez a los resultados por el refuerzo de la libertad de expresión que implica la medida, según las fuentes consultadas.

Crisis interna en CGT

Todo ello ocurre mientras el sindicato mayoritario en el comité de empresa del suburbano, el más combativo hasta la fecha, está inmerso en una crisis interna. Los dirigentes más conocidos de la sección sindical de CGT presentaron su renuncia el lunes a última hora. Sigue el presidente del comité, Angel Rivas, pero salen sindicalistas históricos como Antonio González u otros que habían tomado protagonismo en el conflicto laboral en los últimos meses, como David Quintero.

Los sindicalistas han convocado una asamblea pasado el puente para decidir quién se pone en primera línea en la organización.