Toni Ruiz, director general de Mango / CG

Toni Ruiz, director general de Mango / CG

Business

Toni Ruiz asume más poder dentro de Mango

Isak Andic comunica de forma interna que da un paso al lado, aunque mantiene su tradición de ir cada día al centro de Palau-solità i Plegamans

13 octubre, 2019 00:00

El nuevo comité de dirección de Mango no es ya sólo un organismo llamado a ostentar todo el poder del grupo textil. Su fundador y único propietario, Isak Andic, ha comunicado de forma interna que considera que ha dado un paso al lado y que todas las facultades ejecutivas reales de la multinacional están en manos del director general, Toni Ruiz. Con una larga trayectoria en la casa, en el último año se le ha promocionado y ratificado en su nuevo cargo y ha tenido vía libre para configurar su equipo de mayor confianza.

Su núcleo está conformado por dos vicepresidentes ejecutivos, Daniel López García y Jonathan Andic, hijo del fundador y responsable de la línea de hombre;  Jordi Álex Moreno en sistemas de información y tecnología; Elena Carasso es la ejecutiva que se encarga de uno de los departamentos en plena expansión, ventas on line y cliente; Luis Casacuberta al frente de Mango Woman; Antonio Pascual en cadena de suministro; Josep Barberà como director financiero, cargo que ocupaba Ruiz antes de ser promocionado y sobre el que tiene mayor ascendencia; César de Vicente en retail; y David Gutiérrez en recursos humanos.

Relevo y recuperación de beneficios

Fuentes internas de la compañía señalan que el anuncio de Andic va en línea con su decisión de intentar consolidar el relevo en la compañía que erigió sin pasar por la familia y que ahora ya factura más de 2.200 millones de euros. Una estrategia con analogías en la que siguió en su día Amancio Ortega en Inditex.

Los resultados finales siguen anclados en el rojo, con 35 millones de pérdidas en 2018, pero el mandato y máximo reto de la nueva ejecutiva es que en el ejercicio en curso recuperen de nuevo el punto de equilibrio. Señalan que no hay una presión excesiva en recibir más tiempo en conseguir reenfocar de nuevo los resultados de la textil.

El presidente de Mango, Isak Andic / EFE

El presidente de Mango, Isak Andic / EFE

Últimos meses del año

Por ahora, hay optimismo en que se pueda alcanzar el objetivo. Aunque el grueso del resultado depende de los últimos meses del año y Mango sufre, igual que el resto de empresas del sector, por factores que no están en su mano. Básicamente, por las temperaturas suaves registradas en su principal mercado (el español) en el inicio del otoño y que retrasan las ventas de prendas de abrigo.

Reconocen que en los últimos años han sufrido casi una tormenta perfecta. El intento fracasado de repensar la colección de mujer para acercarse a un público más joven que no consiguió la aceptación del público ansiada, unida a la caída del consumo a raíz de la crisis y la necesaria definición del relevo que, finalmente, pasa por este codir fuerte y por la salida del que fue su director durante casi dos décadas y responsable de expansión internacional, Enric Casi.

Andic, cada día en las oficinas centrales

A pesar del anuncio de Andic, el empresario no ha perdido (ni se espera que lo haga) la costumbre de aparecer cada día en las oficinas centrales de Mango situadas en Palau-solità i Plegamans (Barcelona). Históricamente ha sido un ejecutivo intervencionista y que aún almuerza cada día laborable con los miembros del comité de dirección que están en el centro de trabajo y con los mandos intermedios con mayor responsabilidades en un comedor propio que tienen habilitado en las instalaciones.

Las fuentes consultadas indican que no se espera ningún cambio destacado ni en el corto ni el medio plazo. Las líneas de producto y de diseño están establecidas, igual que los mercados en los que tienen presencia. Buscan recuperar los beneficios, pero también ampliar el e-commerce en todos los países donde sea posible sin que este canibalice la venta presencial. Mango entra en una etapa de consolidación con su nueva dirección definida.