José María Álvarez-Pallete, sucesor de César Alierta al frente de Telefónica / EP

José María Álvarez-Pallete, sucesor de César Alierta al frente de Telefónica / EP

Business

Telefónica reducirá su deuda a mínimos desde el inicio de la era Alierta

La operadora afronta una etapa de grandes movimientos inorgánicos, para lo que cuenta con las oportunidades que le brindan sus activos, valorados en 100.000 millones de euros

26 febrero, 2021 00:00

Los esfuerzos de Telefónica por solventar uno de los problemas que más ha acuciado a la operadora en los últimos tiempos, su elevado endeudamiento, comienzan a dar sus frutos. La compañía espera cerrar en 2021 las grandes operaciones acordadas meses atrás, especialmente la fusión en Reino Unido y la venta de las torres de Telxius. Estas operaciones le permitirán situar su deuda en el entorno de los 25.000 millones de euros, la cifra más baja desde 2004, aún en los inicios de la etapa de César Alierta al frente del grupo.

La compañía culmina así un proceso en el que ha sido capaz de recortar en más de un 50% el pasivo que presentaba a mediados de 2016, que se situaba por encima de los 52.000 millones de euros. Una circunstancia que el mercado ha manejado tradicionalmente como uno de los factores que lastraba la cotización.

Tiempos de desinversiones

La compañía se planta en este escenario justamente cuando llegan tiempos decisivos para su futuro, en mitad de un plan estratégico iniciado a finales de 2019 y que supone la enésima reinvención de la operadora. Tanto es así que para 2021 sus principales responsables dibujan un panorama con “mucha actividad inorgánica”, en palabras del presidente, José María Álvarez-Pallete.

Telefónica prevé seguir protagonizando desinversiones, con la vista puesta en financiar su participación en las subastas de espectro que tendrán lugar en tres de sus cuatro grandes mercados, España, Reino Unido y Brasil. Pero también, con la intención de reducir su exposición a Latinoamérica, uno de los pilares de la hoja de ruta que arrancó sólo unos meses antes de la llegada de la pandemia.

100.000 millones en activos

Para ello, la operadora no dudará en echar mano de sus variados activos, que le proporcionan una más que variada opcionalidad y no sólo en posibles operaciones inorgánicas. La directora financiera de Telefónica, Laura Abasolo, señaló este jueves que el grupo dispone de activos valorados en 100.000 millones de euros, lo que le concede un amplio margen de maniobra para afrontar una etapa de cambios en el sector.

En este sentido, supone una ventaja para la empresa haber dejado atrás el lastre de cerca de 28.000 millones de euros de deuda.

Reducir la ratio

Como punto no tan positivo, cabe señalar que se trata de un recorte en términos absolutos; sin ir más lejos, pese a que en 2020 el endeudamiento neto se redujo en algo más de 2.000 millones, la ratio sobre el resultado bruto de explotación (Oibda) se incrementó debido al descenso de esta última magnitud como consecuencia de los impacto del coronavirus y del nada desdeñable del tipo de cambios, en especial de las divisas latinoamericanas.

La venta de activos también llevará aparejada la reducción del Oibda que dejarán de aportar los negocios enajenados. De este modo, la deuda no deja de ser una cuestión capital para la compañía, aunque ahora se encuentra en mejor posición para resolverlo.

La pesadilla bursátil

Para Álvarez-Pallete, lo más importante es que Telefónica no deje de implementar el plan que tiene encima de la mesa. “Aún nos quedan muchas cosas por hacer, no podemos perder el ritmo que hemos adquirido en un año tan complicado como ha sido 2020”, apuntó a los medios de comunicación tras la presentación de resultados.

La idea es que el mercado reconozca ese esfuerzo y lo refleje en la cotización de la compañía, que por ahora no termina de despertar de una pesadilla en la que lleva sumida durante mucho tiempo.

Destacada en 2021

Pese a que Telefónica acumula una revalorización del 13% desde que se inició el año, una de las más destacadas del Ibex 35 en este periodo, sigue muy lejos de los precios que presentaba antes del hundimiento protagonizado por los mercados hace justamente un año como consecuencia de la pandemia. Y ya por entonces, Telefónica cotizaba en zona de mínimos de los últimos 20 años.

Sin ir más lejos, las acciones de Telefónica cotizaban un 266% por encima del precio actual al cierre de aquel 2004, cuando la deuda de la compañía se asemejaba a la prevista como objetivo para 2021. Sin duda, otros tiempos. Por entonces, lejos de aún de la crisis, el ciclo económico era netamente alcista y el escenario era radicalmente distinto para Telefónica. Tanto que, por entonces, Movistar aun no era la marca enseña de la compañía.