Imagen de un convoy del Metro de Barcelona con pasajeros accediendo a los vagones / CG

Imagen de un convoy del Metro de Barcelona con pasajeros accediendo a los vagones / CG

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Los tres perdedores del 'tarifazo' en el transporte público de Barcelona

La subida de precios del 11% de metro, tren y autobús para los pasajeros esporádicos y las nuevas tarjetas que no se pueden compartir, blanco de críticas

5 diciembre, 2019 00:00

¿Quién pierde con la subida de precios del transporte público en Barcelona? El encarecimiento de un 11% del billete de metro, tren y autobús para los pasajeros esporádicos --los que utilizarán la T-Casual, la nueva T-10-- y el cambio a abonos uninominales, que no se pueden compartir, dejan tres perdedores claros en el alza tarifaria. Son las familias, parejas o grupos que comparten un título de transporte; los turistas y los ciudadanos que no usan la red pública cada día, sino algunas veces a la semana o de vez en cuando.

Así lo ve la CGT, una de las voces más críticas contra la subida de precios anunciada ayer por la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM). "Por convicción estamos en contra de las subidas del precio del transporte público. Pero es que además esta la han anunciado por sorpresa, sin negociar y de forma camuflada", lamentó Toni Edo, portavoz de CGT-Metro. ¿A qué se refiere? "Desaparece la T-10, el billete más utilizado --un 57% de usuarios validan su viaje con este título-- y se crea un nuevo billete, la T-Casual, más caro (de 10,20 euros a 11,35 euros) y que, encima, no se puede compartir. Es indignante porque penaliza al usuario irregular", agregó el activista. ¿No compensa la creación de la T-Usual, que ofrece viajes ilimitados por 40 euros al mes? "En absoluto. Porque solo la podrá utilizar una persona. Veremos si toda la gente que utilizaba la T-10 migrará a la T-Usual (nueva T-Mes). Y cuántas T-10 antiguas se devolverán, ya que este problema es algo que la ATM sabe que existe. Se creará una bolsa de tarjetas inválidas que la gente no devolverá por pereza, lo que redunda en beneficios para la Administración", alertó Edo. 

"Premia al viajero habitual: tiene sentido"

Según el sindicalista, el ahorro de la T-Mes y T-50/30 actuales con la nueva T-Usual (14 euros y 3,50 euros, respectivamente), no compensa la subida general. "Es un incremento de precios encubierto para preparar la T-Mobilitat. Este sistema es caro, precisa de un encarecimiento del billete y Generalitat de Cataluña y ayuntamiento lo quieren tapar. Subiendo el precio poco a poco, año a año", ha advertido. Sí admite un aumento de coste, pero lo avala, la Plataforma para la Promoción del Transporte Público (PTP). Daniel Pi, portavoz de su oficina técnica, ve "razonable" que se premie al usuario habitual en detrimento del esporádico. "Es totalmente normal que los que utilizan el bus, metro, tren o tranvía cada día se beneficien de una bonificación. Es lo que pasa en cualquier comercio", ha argumentado Pi.

Los precios de las T-Usual y T-Casual que regirán a partir de 2020 / ATM

Los precios de las T-Usual y T-Casual que regirán a partir de 2020 / ATM

Admite el especialista que los perjudicados son los viajeros que utilizan el sistema de transporte de vez en cuando o de forma irregular. "Pero esto ocurre en otras muchas urbes europeas. El nuevo sistema tarifario se equipara al de otras capitales comunitarias", ha defendido. Según él, "es normal" que se penalice a los turistas que hasta ahora compraban T-10 para moverse por la ciudad, "pues les estábamos subvencionando la movilidad entre todos. No tenía sentido alguno". Ve también comprensible la PTP que la T-Usual tampoco sirva para acceder al aeropuerto de El Prat como hasta ahora. "La mayoría de aeródromos en Europa cobran un recargo para llegar desde el centro de la ciudad". Hecha en falta la Plataforma, eso sí, que el billete sencillo se integre en el sistema, algo que reclama desde hace años.

"No debería perjudicar la inversión"

Expertos en transporte público consultados por este medio han recalcado que Damià Calvet, consejero de Territorio, y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, rechazaron la tesis de "subida encubierta" y abonaron la idea de la "redistribución del coste del transporte público", que ahora pesará más sobre las espaldas de los viajeros "que cojan el metro, bus, tren o tranvía dos o tres veces por semana, por ejemplo". También avisaron de que este incremento de precios al pasajero esporádico, turista o al que compartía T-10 --como familias o grupos-- no perjudicará a los operadores, pues tanto Tranports Metropolitans de Barcelona (TMB) como Renfe, Ferrocarrils de la Generalitat de Cataluña (FGC) y Tram Barcelona, los principales, están cubiertos por la Administración. "No debería haber efecto sobre las inversiones de estas empresas", manifestaron en conversación privada.

La subida del transporte público en Barcelona y su área metropolitana a partir del 1 de enero generó el miércoles un intenso debate en la red. Tal y como hizo por la mañana Colau, su partido, Barcelona en Comú (BComú), redobló por la tarde los mensajes positivos de la nueva estructura tarifaria. No evitó la propaganda de los comunes fuertes críticas en las redes sociales por el incremento de precio de la T-Casual, el hecho de que esta no pueda ser picada dos veces --compartida por varios pasajeros--, la penalización a los viajeros esporádicos o el hecho de que los billetes no se puedan comprar en el autobús. Algunos usuarios pidieron movilizaciones. La CGT señaló a Crónica Global que estudiará la subida y sopesará convocar protestas.