Suspendida la ‘megafusión’ del mercado de gases médicos e industriales

La Comisión Europea ha anunciado este viernes que frena su evaluación del proceso de fusión de dos grandes grupos del sector de los gases médicos e industriales, la integración de la alemana Linde en el gigante estadounidense Praxair. Bruselas señala que necesita información adicional para dar su visto bueno como regulador del sector a la operación.

Los portavoces de la firma germana ha intentado minimizar esta acción. Asegura en un comunicado que decisiones de este tipo “no son extrañas en procesos complejos como este” y que considera probable que las autoridades europeas retomen el proceso “la semana próxima”. Asimismo, mantienen su intención de cerrar la fusión entre ambos grupos en el segundo semestre de 2018.

El problema es que el proceso de autorización iniciado por la Comisión no es precisamente rutinario. Bruselas anunció hace un mes que ponía en marcha una investigación en profundidad sobre la operación y afirmó que en un análisis preliminar de la fusión había detectado indicios de problemas de competencia.

Concentración gases industriales

Es decir, que existía una concentración en el suministro de gases industriales, médicos, especiales y helio. Y es una cuestión a tener en cuenta en un sector tan delicado como este que, entre otros, se encarga de suministrar bombonas de oxígeno tanto en hospitales como entre los pacientes que requieren un tratamiento a domicilio.

Linde y Praxair quieren unirse en una nueva empresa que llevará el nombre de la primera y que estará domiciliada en Irlanda, territorio fiscalmente favorable con las multinacionales. Su gobernanza se ejecutará desde otro país, Reino Unido.

Tres operadores mundiales

Esta operación busca crear el líder mundial del sector con una facturación de unos 27.000 millones de euros y un valor de mercado de 66.000 millones de euros. Reducirá de cuatro a tres el numero de proveedores de estos servicios en todo el mundo.

El resto de compañías que operan en el sector son regionales o locales sin capacidad técnica o financiera para rivalizar. Cuestión que Bruselas no ha pasado por alto y que puede frustrar los planes iniciales de ambas compañías.