Susana Martínez Heredia, la 'gitana economista', en la puerta de la escuela de negocios Esade / CG

Susana Martínez Heredia, la 'gitana economista', en la puerta de la escuela de negocios Esade / CG

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"Soy la primera gitana que estudia en Esade"

Susana Martínez Heredia, criada en el barrio de La Mina, destruye tópicos desde la prestigiosa escuela de negocios

13 diciembre, 2016 00:00

"Soy la primera gitana que estudia en Esade". Al menos, sí es la primera mujer que levanta orgullosa la bandera romaní en la prestigiosa escuela de negocios. Susana Martínez Heredia (25), la gitana economista, acaba de empezar un Máster de Gestión Tributaria en el décimo mejor business school del mundo, según Forbes. Lo hace con una carpeta llena de proyectos e ilusión, y con la vista puesta en un pasado humilde forjado en el barrio de La Mina. Un pasado que mejorará rompiendo el techo gitano que, dice, sufre su comunidad.

-¿Cómo llega Susana Martínez a Esade?

-Ha habido muchos obstáculos. Cuando eres niña te tienes que ganar la confianza allí donde vas. El hecho de ser gitana hace que la gente piense que no llegarás donde quieres.

-¿Y de mayor?

-Poco a poco, los maestros ven que tienes buen rendimiento escolar. Te dan ese voto de confianza, porque ya lo has demostrado. Entonces queda el prejuicio.

-¿Qué prejuicio?

-Piensan que tú eres diferente, y que por eso lo has conseguido.

-¿Es Susana Martínez diferente?

-Mucha gente, incluso de mi entorno, se sorprende porque reivindico a los demás. Pido que se mire igual a los gitanos que han estudiado, pero también a los que no. Reivindico la historia y la cultura de todos nuestros antepasados que no tuvieron la oportunidad de coger un libro. Percibo cierta decepción porque pensaban que yo era diferente.

-¿Cómo definirías La Mina para alguien que no es de Barcelona?

-El barrio de La Mina es un sitio en el que existen múltiples problemas socioeconómicos. Nace como una solución al barraquismo de Barcelona. Algunos lo vieron como una solución, pero acabó con grandes muros.

-¿Aislamiento?

-Si te fijas, de La Mina llaman la atención sus grandes edificios. Para mis ojos, lo que salta a la vista son los grandes muros. Incluso te sigues encontrando barreras cuando sales de ese barrio. Actualmente sí ha cambiado mucho la imagen del barrio, el sector inmobiliario está invirtiendo e incluso hay una universidad [el Campus Besòs de la Universidad Politécnica de Cataluña]. 

-¿Un buen plan?

-Es una buena noticia, pero no del todo. La universidad tendría que ser un espacio de participación, donde personas del barrio se encuentren con personas que vienen de fuera. Pero la historia, y lo que hemos observado, indica lo contrario. Un ejemplo es la zona del Fórum de las Culturas. Se creó y, ¿cuántas personas del barrio utilizan ese espacio?

-¿No utilizará la gente de La Mina el Campus de la UPC?

-Aplaudo la iniciativa política de construir el campus allí. Es un lugar magnífico. No podría haber otro mejor. Pero se tendría que trabajar para que sea un espacio participativo que usen las personas del barrio.

-¿Cómo es la relación con los compañeros de Esade?

-Les sorprende ver a alguien de La Mina, pero la acogida ha sido muy buena. Ellos parten de otro nivel socioeconómico diferente, han tenido quizá más estabilidad. Pero creo que vamos a estar todos al mismo nivel educativo y aprenderemos los unos de los otros.

-¿Y con los profesores?

-Si tengo que resumir cómo han sido los maestros conmigo, diría que han sido increíblemente buenos. Sí que es cierto que hay alguno del que has tenido que ganarte la confianza, o alguno que ha hecho comentarios desafortunados.

-¿...tópicos sobre la comunidad gitana?

-He tenido experiencias con profesores de universidad que decían que los gitanos vamos a comprar con dinero negro. Dando a entender cosas que no son muy gratificantes de escuchar si estás sentada en clase. Y menos de una persona que tiene un poder grande de palabra como es un maestro. Y todos tus compañeros se ríen. Pero con la mayoría de maestros sigo teniendo en contacto, comparten mis vídeos y demás.

-¿Y en Esade?

-Muy buena relación. La directora del máster ha sido fantástica. Si estoy aquí es porque, a parte de mis padres, ella me echó un cable cuando lo necesitaba.

-¿Qué le gustaría aportar a Susana Martínez al mundo económico?

- Mi visión para toda la sociedad para toda la sociedad en política, economía y en todo aquello donde pueda aportar algo. Ello lo hago, por ahora, con una web propia. Me gustaría aplicar mis conocimientos a otros lugares, no sólo a la empresa privada. El gran esfuerzo que han hecho todos conmigo, creo, es que mis conocimientos puedan volver a la sociedad.

-En el terreno profesional, ¿dónde te ves en cinco años?

-No sé donde voy a estar. Pero a grandes rasgos sí sé lo que me gustaría hacer. Me gustaría ser visible. Porque la sociedad invisibiliza a los gitanos constantemente. Una gitana, no interesa que sea vista como directora de un banco. Si para trabajar en un sitio tengo que hacerme invisible, no estoy dispuesta a ello, al menos por el momento.

-Está la iniciativa social.

-Hay muchas cosas por hacer. Me gustaría aportar aquello que he aprendido de mucha gente, de mis padres, durante estos años. Mi objetivo es que mis hijos tengan un futuro mejor del que pueda tener yo. Mis padres contribuyeron a mi cambio, ahora me toca a mí seguir ese camino. A eso le llamo la revolución gitana.

-¿Una 'revolución gitana'?

-Sí. Con una base como es tener a gitanos formados y preparados para destruir el techo gitano que tiene la comunidad. Debemos ocupar aquellos espacios que hasta ahora eran inaccesibles para nosotros.

-¿Qué puestos se le han resistido a los gitanos?

Un ejemplo: ¿cuántos funcionarios tiene Cataluña? Más de 302.000. Si los gitanos somos el 1,06% del total de los siete millones de catalanes, ¿dónde están los 3.200 gitanos funcionarios? Los gitanos debemos ocupar nuestra parte en los puestos de decisión. Empezando por posiciones en la administración.

-¿Cómo estás rompiendo tú ese 'techo gitano'?

-A base de esfuerzo mío y el de mis padres. Empecé en la Escuela Túrbula de Sant Adrià de Besòs hasta los 16 años. El bachillerato lo cursé en el San Gabriel, pero no me convencieron los cambios educativos del Gobierno, el plan Bolonia y demás. Al acabar, por motivos económicos me centré en cursar un grado superior. Conseguí trabajar, ahorrar un poco y pagarme la universidad. No podía esperar que mis padres costearan cuatro años de universidad, menos aún cuando mi padre se acababa de quedar en paro.

Susana Martínez Heredia, en la puerta de Esade / CG

Susana Martínez Heredia, en la puerta de Esade / CG

Susana Martínez Heredia, en la puerta de Esade / CG

-Trabajaste y estudiaste.

-Hice un grado superior de Administración y Finanzas y prácticas en el Consorcio del barrio de La Mina. Ahorré lo suficiente para pagarme el primer año de universidad. Entré en la Universidad de Barcelona en Económicas y allí siempre sufriendo (sonríe) para sacar buenas notas y optar a la beca general y reducir el coste. No ha sido fácil, me ha costado mucho esfuerzo, pero lo volvería a hacer. Me volvería a quedar muchos fines de semana sin salir, estudiando. Cambiaría sólo que ahora empezaría antes la universidad, después de terminar el bachillerato.

-Las cargas fiscales están hoy a debate hoy. ¿Qué gestora tributaria serás tú?

-Para mí, los impuestos son una herramienta de igualdad de oportunidades. Con los impuestos se ayuda a conseguir los derechos económicos y sociales. Hoy en día no sé si es así, pero creo que debería serlo. Es imprescindible conocer el sistema para mejorarlo y conseguir que sea así, una plataforma de igualdad de oportunidades.