Logo de Sony en el Mobile World Congress de 2017 / EP

Logo de Sony en el Mobile World Congress de 2017 / EP

Business

Sony intenta desestabilizar el Mobile tras una década de abandono en Cataluña

La multinacional vendió su fábrica de Viladecavalls en 2011 arrastrada por una crisis en la división de televisores que ahora se traslada a sus 'smartphones'

16 enero, 2022 00:00

El descuelge de Sony del próximo Mobile World Congress (MWC) todavía trae cola. No solo por la anticipación con que la multinacional ha tomado esta decisión bajo el pretexto de la pandemia --todavía quedan seis semanas para la celebración del salón, como ha recordado la GSMA en un duro comunicado en que ha mostrado su "decepción" por la retirada de Sony--, ni por su presencia hace apenas 10 días en el salón de la electrónica CES en Estados Unidos, sino porque cierra una década de abandono en Cataluña que empezó con la clausura de su fábrica del Vallès.

En 2011, la marca japonesa traspasó su planta de televisores LCD de Viladecavalls (Barcelona) a Ficosa y Comsa-Emte. En aquel momento, se trataba de la mayor fábrica de teles de la Península y la única que Sony poseía en España. Fuentes cercanas a la operación recuerdan que las dificultades de la compañía en este segmento, similares a las que atraviesan actualmente sus móviles, desencadenaron una reestructuración global de su división de televisores.

LG y Samsung toman ventaja

"La marca llevaba desde 2008 negociando con la Generalitat una alternativa para la planta ya que sus resultados eran malos. Era lógico puesto que ya no les salía rentable ensamblar los televisores en España, en parte porque los componentes eran asiáticos, y también por la logística, porque el mercado europeo ya no les resultaba tan atractivo", señalan estos interlocutores.

A principios de 2010, las teles comercializadas por las coreanas LG y Samsung empezaron a ganar cuota de mercado gracias a sus adelantos tecnológicos. Con el paso del tiempo, esta dinámica se ha consolidado. Entre 2016 y 2020, ambas firmas lideraron las ventas globales de televisores, según la consultora DSCC (Display Supply Chain Consultants), seguidas por las chinas TCL y Hisense. Los cuatro fabricantes han estabilizado sus posiciones incluso tras el impacto del Covid, según otro informe publicado el pasado agosto por Avi Cloud (AVC), mientras que Sony ha sido definitivamente orillada.

Sony se 'borra' de Cataluña

Ante la falta de tirón de sus televisores, la firma japonesa se desprendió de su activo industrial en Cataluña. La marca, presidida y dirigida entonces en España por Pedro Navarrete, vendió las instalaciones a la dupla Ficosa-Comsa y traspasó el grueso de los mil trabajadores en nómina. Un año antes, la multinacional había hecho caja con la venta de su centro logístico de Castellar del Vallès (Barcelona) al grupo francés CEPL. Tras ambas operaciones, la compañía solo mantuvo un departamento comercial en la autonomía.

Antigua fábrica de Sony en Viladecavalls / EP

Antigua fábrica de Sony en Viladecavalls / EP

El centro tecnológico de Sony se segmentó en dos nuevas mercantiles: una centrada en la manufactura y otra especializada en ingeniería y desarrollo. El acuerdo con Ficosa y Comsa borró la presencia fabril de Sony en la comunidad, aunque años más tarde tanto la operación como el nombre de su primer directivo en el país volvieron a la luz pública.

Navarrete y el 'caso ITV'

En 2013, Navarrete estuvo salpicado por el caso ITV. En el marco de la pieza principal del caso, la fiscalía acusó al directivo de Sony de haber contratado en enero de 2011 a Sergi Alsina como asesor para vender la planta de Sony a Ficosa, a cambio de repartirse la remuneración de la parte compradora. En la comisión parlamentaria abierta para investigar esta transacción, Navarrete negó haberse embolsado ningún dinero por la intermediación en la venta de la fábrica de Viladecavalls, pero su nombre quedó unido al episodio de corrupción que llevó a prisión a Oriol Pujol.

Han pasado diez años tras aquellos hechos, pero los dilemas siguen para Sony. La pérdida de pegada de sus televisores guarda similitud con el decaimiento actual de su división de smartphones. Si bien es cierto que los móviles Xperia generaron beneficios por primera vez en 2020, tras encadenar tres años sucesivos en números rojos, este cambio de tendencia no se debió tanto al éxito del producto como al importante recorte de los costes internos, tal y como informó la propia marca.

El Sony Xperia Pro-I / EP

El Sony Xperia Pro-I / EP

Ventas ínfimas de Xperia

De hecho, las ventas de Xperia son ínfimas en comparación con otros fabricantes. En Europa, a cierre de 2021, Apple y Samsung ostentan el liderazgo de la venta de smartphones con un 35,66% y un 30,6% de cuota de mercado, respectivamente. Les seguían Xiaomi (11,9%) y Huawei (10,87%), y a enorme distancia marcas como Motorola (1,59%), Oppo (1,67%) y LG (0,83%). Sony queda incluso por detrás con un anecdótico 0,68%, según datos de Statcounter. Esta situación se replica a escala global y en otros mercados como Estados Unidos, donde las prestaciones y el precio de sus terminales no convencen a los compradores.

Una coyuntura que podría explicar la espantada de Sony del congreso de telefonía que se celebrará en Barcelona entre el 28 de febrero y el 3 de marzo. En cualquier caso, la retirada de la marca cierra un ciclo en que la multinacional ha dejado de lado el mercado catalán y español --el grupo no formó parte, tampoco, de la constitución de la asociación Círculo Empresarial Japón España hace siete años--. Sony no ha respondido a las preguntas de este medio para la elaboración de esta información.