Fachada brutalista del antiguo hotel Omm, ahora Sir Victor / CG

Fachada brutalista del antiguo hotel Omm, ahora Sir Victor / CG

Business

El 'nuevo hotel Omm' se tambalea

El cinco estrellas, ahora llamado Sir Victor tras la retirada de Tragaluz, negocia un bronco ERE cargado con una deuda de 18 millones

16 febrero, 2021 00:00

El nuevo hotel Omm, bajo mínimos. El Sir Victor Barcelona, un cinco estrellas que recogió el testigo del alojamiento gastronómico que Grupo Tragaluz cedió en 2018, lidia con un procedimiento de despidos colectivos cargado con una gravosa deuda de 18 millones. 

Así lo explican fuentes de sector turístico de la capital catalana, que alertan del "malestar" de la plantilla del Sir Victor por el expediente de regulación de empleo (ERE) lanzado por el explotador. Éste, buscaría recortar plantilla en sus categorías más bajas, escudándose en que los adeudos con la banca, que generó durante la reforma del hotel, lastran su estado contable. 

 

 

El nuevo hotel Omm lidia con un procedimiento de despidos colectivos / CG

"ERE a destiempo y excesivo"

Las voces consultadas insisten en que el Sir Victor ha lanzado un ERE "a destiempo y excesivo". Se refieren al hecho de que el alojamiento ya tiene a casi todos sus trabajadores en ERTE y alegan que la masa salarial no es problema pese a la paralización del turismo por la pandemia. "No les hace falta y, además, se están cebando con las categorías inferiores", alertan las fuentes consultadas. 

La dimensión del ajuste tampoco se entiende en el sector. "Se quitan de en medio a 51 personas, ahora algunas menos. Cierran el spa. ¿Un hotel de cinco estrellas sin spa? Cuando reabra necesitará personal. Pero quizá es lo que buscan, quitarse de encima la antigüedad", advierten los mismos interlocutores. Ello se debería resolver en las próximas semanas, cuando se pacte la salida de la plantilla. 

Deuda de 18 millones

Parte de esa intención se puede explicar por la abultada deuda que carga los libros del Sir Victor. El cinco estrellas debe 18 millones de euros, y factura cero por el parón del turismo debido a la pandemia. Las obligaciones emanan de la reforma integral que acometió el gigante holandés Europe Hotels Private Collection (EHPC) en 2018 y 2019, cuando cogió el testigo de la explotación del hotel de la mano de Tragaluz

En efecto, EHPC hizo un lavado de cara profundo al alojamiento justo antes de que estallara la pandemia. Antes de que ese nuevo interior pudiera tener impacto en la ocupación o el precio medio por habitación, llegó la crisis sanitaria. La cadena justifica ahora los despidos por el lastre contable que supone esa deuda --y, por ende, por la necesidad de equilibrar sus libros-- porque no ha podido comercializar las más de 70 habitaciones, que son algo menos porque algunas de ellas se han pasado meses con operarios dentro. 

Mal negocio para Tragaluz

Ocurrió cuando Tragaluz ya había entregado el alojamiento a la hotelera holandesa. Fue 15 años después de que una de las firmas decanas de la gastronomía en Barcelona inaugurara un hotel que montó y decoró con su estilo personal en 2003. Lo aderezó con una colosal apuesta foodie, con los hermanos Roca detrás, pero fue insuficiente. El proyecto jamás despegó y en 2018 EHPC lo agregó a su portafolio en España, que cuenta también con presencia en Ibiza (Sir Joan). 

Fue uno de los fiascos de un grupo que sí ha conseguido grandes logros en el terreno de los restaurantes. De hecho, es tal la solidez de la empresa que el fondo de capital riesgo Miura entró en el accionariado en 2019. El private equity llegó cuando la compañía de Rosa Esteva y Tomàs Tarruella ya se había retirado de la hotelería. Y justo antes de que naufragara otro de los proyectos insignia del grupo: el restaurante Blue Spot, participado por Gerard Piqué