Trabajadores de Correos protestan en la escalera de acceso al edificio de Barcelona / EFE

Trabajadores de Correos protestan en la escalera de acceso al edificio de Barcelona / EFE

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Los sindicatos de Correos se preparan para judicializar el nacimiento del Pier02

La cesión del edificio de Via Laietana a las administraciones locales abre un frente con los trabajadores, que alertan de que hay 400 empleos en riesgo

8 octubre, 2020 00:00

Los sindicatos de Correos amenazan con estallar la pompa con la que ayer miércoles se firmó la transformación del edificio histórico del operador público en Via Laietana en una incubadora de empresas emergentes. El histórico inmueble de la compañía postal en Barcelona pasa a manos de las administraciones locales con el objetivo de impulsar un Pier02 que dé cobertura al espacio de Barcelona Tech City en Palau de Mar. El ayuntamiento ve en la iniciativa un revulsivo para la economía del centro de la ciudad, mientras los trabajadores de la empresa pública anuncian batalla por la amenaza sobre 400 puestos de empleo.

Las negociaciones para ubicar un nuevo polo digital en el edificio de Correos de Via Laietana arrancaron en 2018 a través de Barcelona Tech City. La asociación tecnológica tanteó el espacio, de 30.000 metros cuadrados, para reforzar su proyección tras el fuerte crecimiento del Pier01. Ahora, el Consorcio de la Zona Franca y el Ayuntamiento de Barcelona han culminado el proceso y destinarán el espacio a la “promoción de la actividad económica digital e innovadora”. El nombre de la organización no sale por ahora en ningún documento oficial. 

Cesión del edificio

La fórmula mediante la que las administraciones harán uso del edifico será una cesión de Correos. Así, el histórico espacio, que desde su construcción en 1927 ha estado en manos de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos, pasa ahora a ser un activo de la ciudad. Sin embargo, los trabajadores de la compañía postal se congregaron ayer tarde a las puertas del inmueble, mientras se ejecutaba la firma del acuerdo, para clamar contra una operación que conocieron por la prensa. Tanto es así que el acto protocolario en el que estuvo presente el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, estuvo acompañado de los gritos de los trabajadores de la compañía reclamando la dimisión de su presidente, Juan Manuel Serrano.

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos (c) ; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (2i); el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni (i), el delegado del Estado en la Zona Franca, Pere Navarro (d), y el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano Quintana (2d) / EFE

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos (c) ; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (2i); el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni (i), el delegado del Estado en la Zona Franca, Pere Navarro (d), y el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano Quintana (2d) / EFE

“No sabemos lo que se está firmando. Es vergonzoso lo que está haciendo el presidente de Correos, que está desguazando una empresa pública”, critica el responsable del sector postal en Cataluña de UGT, Rubén Valdés. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, emitieron un comunicado conjunto en el que arremeten contra el intento de “malvender el patrimonio inmobiliario de Correos” y anticipan un “conflicto asegurado”. Ambas organizaciones se muestran dispuestas a llevar a los juzgados la cesión del inmueble.

Judicialización del conflicto

“Iremos a la justicia si es necesario porque esta operación se ha hecho de forma cicatera y de espaldas a las organizaciones sindicales”, argumenta el secretario provincial de CCOO de Correos en Barcelona, Alberto Pérez. Desde los sindicatos temen que la cesión del edificio afecte a los 400 trabajadores que desarrollan su labor actualmente mediante despidos y reestructuraciones.

“No es verdad que el edificio esté en desuso, trabajan 400 personas en turnos de mañana y tarde”, asegura Pérez. El inmueble, dividido en dos espacios, destina uno de ellos al servicio a dos códigos postales que comprenden los distritos del Barrio Gótico y Barceloneta, así como dar atención al resto de oficinas de Cataluña. La otra ala alberga las secciones de recursos humanos, formación y otras unidades de gestión.

El Consorcio de la Zona Franca será el encargado de acometer la inversión, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona realizará la gestión del nuevo planeamiento urbanístico y explotará el nuevo espacio.