Una doctora sale de quirófano tras una operación

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Business

Así es SHAM, el gigante que 'se come' el negocio de las reclamaciones médicas

La firma francesa ya cubre la sanidad madrileña, catalana y vasca con una estrategia de gestión de riesgos para hospitales

11 abril, 2018 00:00

Es SHAM, el gigante que se come el pastel de las reclamaciones médicas. La firma francesa, fundada en 1927, ya es la aseguradora de responsabilidad civil del Sermas de Madrid, Osakidetza del País Vasco, CatSalut en Cataluña y de los colegios médicos de Baleares, Cataluña, Sevilla y Zaragoza.

La enseña ha desplazado a otras grandes del sector en el campo de los seguros de cobertura profesional para médicos, como Zurich o Mapfre. ¿Cómo lo hizo Société Hospitaliére D'Assurances Mutuelles (SHAM) para irrumpir en la industria en España y llevarse un pastel que las grandes veían poco rentable? "Con dos enfoques. Uno muy innovador de trabajo con datos. Otro sobre las reclamaciones por presunto error médico. Globalmente, con una estrategia de gestión de riesgos para hospitales y profesionales", ha explicado Pierre-Yves Antier, director internacional de SHAM.

El director General de Sham, Pierre-Yves Antier / CG

El director General de Sham, Pierre-Yves Antier / CG

El director internacional de Sham, Pierre-Yves Antier / CG

"Hasta un 20% menos de fallos"

Las palabras pueden sonar grandilocuentes, pero la compañía insiste en su practicidad. Utiliza un sistema de datos que lista hospital a hospital, clasifica la reclamación médica, la especialidad y luego compila estadísticas. ¿Para qué? "Para informar al centro sanitario de dónde está teniendo más reclamaciones para que puedan intervenir sobre ese servicio. ¿Que obstetricia está fallando? Se informa al cliente de ese servicio. En esencia, no somos una compañía de provisión mutual: somos parte del sistema sanitario", ha indicado Antier.

La firma precisa que "monitoriza" las denuncias por supuestas negligencias médicas "a tiempo real". Con ello "consigue mantener elevados niveles de eficiencia en los centros sanitarios, evitar que haya accidentes y que se incurra en la medicina defensiva; esto es, que el médico haga más pruebas y análisis de los necesarios para cubrirse las espaldas legalmente". Con este esquema, aseguran, consiguen reducir los fallos en un 20%.

Una doctora da explicaciones a un paciente

Una doctora da explicaciones a un paciente

Una doctora da explicaciones a un paciente

"Especialización"

En apenas un año y medio, esta firma barrió al resto del sector y se hizo con la cobertura profesional de los médicos de Madrid (2016), Cataluña (2017) y País Vasco (2018). ¿Cómo lo hizo? "Trabajando la especialización. Primero, estudiamos el sistema sanitario de una región antes de postularnos como candidatos a una contrata. Luego, somos capaces de adaptarnos a las primas más bajas, que llegaron por culpa de la crisis y las políticas de austeridad. Otras compañías son menos flexibles y no pudieron adaptarse al nuevo escenario", ha indicado Antier.

Pese a ese éxito, la compañía prefiere no sacar pecho. Sostiene que crecerá de forma "gradual" y que ahora prefiere centrarse en aportar valor a los clientes que ya tiene, más que presentarse a nuevos concursos públicos en España. En junio, en su asamblea general, nombrará a un miembro del consejo de dirección español. "Estará vinculado a un socio. Buscamos que el organismo, si aprueba el nombramiento, refleje la diversidad territorial de la marca", explican. Por lo pronto, SHAM ya opera en Francia, España, Alemania e Italia.

Un médico pone una venda a una paciente

Un médico pone una venda a una paciente

Un médico pone una venda a una paciente

"Menos presupuesto son más quejas"

La entrada fulgurante en España tampoco esconde los debates en los que quiere participar el grupo. Alerta de que las comunidades autónomas que, como Extremadura y Murcia, no cuenten con aseguradora al haber quedado desiertos sus concursos --los servicios de salud de ambas regiones cubrirán las reclamaciones hasta encontrar a un proveedor--, se arriesgan a sufrir un repunte de quejas de pacientes.

"Si manejan ellos mismos las reclamaciones médicas, el coste que acabarán pagando será mayor. Ello tensionará el sistema y, a su vez, genera peligro de generar un repunte aún mayor de quejas. ¿Por qué? Porque con los datos que manejamos podemos demostrar que existe una correlación entre menor presupuesto y mayor número de mortalidad evitable y menor confianza en el sistema, lo que provoca un incremento de las reclamaciones", ha concluido Antier.