Imagen de la antigua sede de CDC en la calle Córcega de Barcelona, ayer / CG

Imagen de la antigua sede de CDC en la calle Córcega de Barcelona, ayer / CG

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La sede de CDC se vende por 20 millones al caer el proyecto residencial

El dueño del inmueble que era el cuartel general de los convergentes lo coloca en el mercado tras intentar transformarlo en hotel y pisos de lujo

29 octubre, 2021 00:00

De nuevo en venta. La azarosa historia de la antigua sede de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) en Barcelona suma un nuevo capítulo: otra colocación en el mercado. Esta vez, por 20 millones de euros.

Han informado de ello fuentes del sector inmobiliario, que precisan que el edificio, situado en la calle Córcega 331 de la Ciudad Condal, vuelve a buscar dueño. Aún no hay mandato oficial, sino contactos discretos con posibles inversores.

Precio: 20 millones

Su actual propietario, un vehículo vinculado a Platinum Estates, un fondo radicado en Hong Kong (China) y liderado por el empresario indio Harry Mohinani, pediría unos 20 millones por la edificación. Tiene una superficie de 5.000 metros cuadrados construidos sobre rasante y 1.500 metros subterráneos.

Platinum, que ha optado por ni comentar ni desmentir la operación, ofrecería el activo con licencia municipal residencial y libre de cargas administrativas. Esto es, libre de la obligación de destinar el 30% de las viviendas de las nuevas promociones a protección oficial en la ciudad, pues el permiso entró antes de que se aprobara la reserva obligatoria de pisos protegidos en 2018. 

Hotel frustrado

De hecho, Platinum se había hecho con el antiguo cuartel general de CDC en 2015, según avanzó Expansión. En aquel momento, el vehículo inversor hongkonés quería reformarlo e inaugurar un hotel de alto nivel. No obstante, el Ayuntamiento de Barcelona levantó una moratoria para sumar operadores en las zonas con mayor número de establecimientos de la ciudad, primero, y un plan especial urbanístico, después, que frustraban el nuevo alojamiento. La herramienta de planeamiento ha terminado tumbada por el Tribunal Supremo, pero ya es tarde. El hotel en la sede de CDC ya no será.

Render del proyecto inicial en la antigua sede de CDC / Arquitectura AIA

Render del proyecto inicial en la antigua sede de CDC / Arquitectura AIA

Ante ello, la enseña quiso entrar con un proyecto en la Administración local para rehabilitar el inmueble y destinarlo a 11 viviendas de lujo, como explicó este medio. Constructora del Cardener se encargaría de las obras, LaGranja Design de los interiores y Coldwell Banker Prestige de su comercialización.

Platinum no hace pisos

Fuentes del sector han recordado que Platinum es un fondo que ha apostado por la hotelería en España y en ningún caso por el residencial. Ello, ligado a la inestabilidad de Barcelona en los últimos años por varias causas como el desafío independentista de 2017, los disturbios de 2019 y 2021, y las trabas políticas, han alejado la inversión residencial pensada como alternativa al hotel frustrado.

Ahora, el fondo buscaría colocar el activo de forma discreta. De hecho, ya ha habido contactos con inversores interesados. Por el momento no se ha firmado ninguna operación, para desespero del inversor, que se ha retirado de la capital catalana al calor de la incertidumbre política y social de los últimos años. Sí ha apostado por Madrid y Málaga, donde es co-impulsor de los hoteles W, marca de Marriott

Registrado por el 3%

Sea como fuere, la antigua sede de CDC ha vuelto al mercado inmobiliario. La nueva venta añade un plus de historia en el activo, grabado a fuego en la memoria ciudadana de Barcelona por ser uno de los puntos que la Guardia Civil registró en una macrooperación por el caso 3% en 2015. La intervención del instituto armado acabó con la detención de diez personas, incluido el ex tesorero de Convergencia, Andreu Viloca

En paralelo a ello, el cuartel general de los convergentes vivió las reacciones políticas a los escándalos de corrupción de la formación de los ex presidents Jordi Pujol, Artur Mas y Carles Puigdemont. Constitucionalistas se concentraron ante la sede en 2014 tras la admisión de Pujol de que había guardado dinero en Andorra. La protesta se repitió en febrero de 2017, en plena carrera hacia el desafío secesionista de otoño de aquel año.