Entrada de una oficina del Banco Santander / EP

Entrada de una oficina del Banco Santander / EP

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El Santander valora en 205 millones las oficinas víctimas de su último ajuste

El banco tratará de poner en valor unos 635 inmuebles, el 15% de ellos en Cataluña, que quedarán vacíos o sin uso tras la reestructuración acometida por la entidad

29 mayo, 2021 00:00

La última reestructuración llevada a cabo por el Santander, acordada con los sindicatos a comienzos de este año, deja en la entidad un voluminoso número de oficinas que ya no prestarán servicio y al que busca la mejor salida posible. El banco ha valorado este activo en nada menos que 205 millones de euros.

Este será el punto de partida de Retailcompany 2021, la sociedad que registró el Santander nada más pactar el ajuste con los representantes de los trabajadores y cerrar los términos de la reestructuración, que acabará con la actividad de unas 1.030 oficinas en toda España. El plan tiene como objetivo obtener unos ahorros adicionales en torno a los 1.000 millones de euros.

Sucursales y alquilados a terceros

Del total de sucursales que dejarán de prestar servicio, unas 575 son propiedad del banco, que decidió segregarlas en una filial que controla al 100%. Se trata de una fórmula para gestionar y ponerlas en valor. Estas cifras también incluyen locales propiedad de la entidad financiera que están arrendados a terceros al margen de la actividad bancaria, entre los que se encuentran, incluso, algunas Administraciones Públicas.

Según el proyecto de segregación de los activos del Santander a Retailcompany 2021 como mercantil beneficiaria, las oficinas que directamente cesarán en su actividad o sobre las que hay un plan de cierre a corto plazo está valorado en algo más de 169 millones de euros.

Activos contingentes

A esta cifra cabe añadir la que corresponde a los activos que el Santander denomina “contingentes”. Es decir, aquellos locales que se encuentran arrendados a terceros con diversas modalidades de contratos y que suman aproximadamente 60 unidades. La estimación de precio que ha realizado el banco para estructurar y ejecutar la segregación en este caso ha sido algo superior a 36 millones.

Ana Botín, presidenta del Santander / EP

Ana Botín, presidenta del Santander / EP

Cabe destacar que 95 de las oficinas que se han incluido en la sociedad de nueva creación se ubican en Cataluña. Cerca del 80% de ellas se encuentran en Barcelona, mientras que la provincia de Girona alberga otros 14 centros.

Impacto en Cataluña

Cataluña ha sido una de las Comunidades Autónomas más afectadas por el plan de ajuste del Santander, que el banco ha justificado, como otras entidades financieras de referencia, por la necesidad de adaptar su operativa y modelo de negocio a las necesidades y demanda de los clientes, cada vez más enfocadas a los canales online.

La fórmula de la segregación de activos que dejan de ser estratégicos para el banco con el fin de gestionarlos y buscar una salida en el mercado ya fue empleada con éxito por el Santander con otros bienes de naturaleza inmobiliaria como eran determinados suelos procedentes de adjudicaciones llevadas a cabo durante la anterior crisis financiera, consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria.

Sin trámites

“La constitución de vehículos gestionados por equipos de especialistas por tipología de activos, es algo que ya ha experimentado el Santander anteriormente y permite la creación de valor mediante una gestión profesional, con un plan de negocio que maximice las alternativas de comercialización e inversión y facilita la atracción de talento”, apunta la entidad en el proyecto de segregación, que fue registrado a finales del pasado mes de abril.

La operación cuenta además con la ventaja de no precisar de determinados trámites administrativos, como la elaboración un informe por parte de un experto independiente sobre la valoración de los activos ni tampoco de la aprobación por parte de la junta de accionistas del banco.

Futuros ajustes adicionales

Retailcompany 2021 es además una sociedad abierta a dar cabida a nuevos activos que, en el futuro, corran la misma suerte que los que actualmente integran su patrimonio, de modo que el Santander prevé aportar todas aquellas sucursales de su propiedad que, en un momento determinado, dejen de funcionar como oficinas bancarias.

A pesar de que los ajustes que se están llevando a cabo en el sector llaman la atención por su elevado volumen, el mercado no descarta que las entidades precisen ampliarlos a medio plazo, en función de la evolución del negocio, del creciente proceso de digitalización y competencia por parte de los nuevos actores que han irrumpido en el panorama financiero, así como de la duración del escenario de los tipos de interés negativos, que tanto ha dañado la rentabilidad de las entidades.