Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment / CG

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment / CG

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Sánchez Llibre: "Vamos a trabajar en un proyecto estratégico para 2030"

El nuevo presidente de Foment del Treball quiere involucrar al Govern de Torra para "defender los intereses empresariales", que deben permitir "generar riqueza y atraer inversiones"

13 noviembre, 2018 00:00

Josep Sánchez Llibre (Vilassar de Mar, 1949) está ilusionado. Es el nuevo presidente de Foment del Treball. Conoce a la perfección lo que piden las empresas, sabe que uno de los mayores problemas, en Cataluña y en el resto de España, es que el tejido empresarial carece de la dimensión necesaria para garantizar su internacionalización, e invertir en aquellas cuestiones que los políticos desgranan en unas pocas frases: es necesario apostar por la I+D+I. Sin grandes compañías, o empresas medianas con músculo, la innovación es algo mucho más complicado. Pide la máxima complicidad para elaborar un proyecto estratégico. “Vamos a trabajar en un proyecto estratégico para 2030”, asegura en esta entrevista con Crónica Global, con la idea de que el Govern de Quim Torra se implique, y, junto a la Generalitat, “todas las instituciones”, con la mirada puesta en lo que establece e impulsa, en esa misma dirección, la Unión Europea, con una Mesa por la Industria. Sánchez Llibre, exdiputado de CiU en el Congreso, conocedor de los engranajes del poder, busca ahora que los políticos entiendan qué hace y qué necesita la patronal y está dispuesto a que Foment abra, prácticamente, una ventanilla en el Parlament, para que los diputados discutan sobre las propuestas económicas. Sánchez Llibre tiene claro que Foment "debe ser útil a las empresas", y confía en iniciar una etapa de diálogo, más allá de las decisiones políticas que tome el Govern de la Generalitat. Y no tiene empacho en aplaudir el aumento del salario mínimo a 900 euros, algo que, recuerda, "defendía la CEOE", aunque con una implementación algo más lenta. 

Pregunta. Toma ahora las riendas de Foment del Treball. ¿Cómo imagina la patronal al final de su mandato?

—Respuesta. Me imagino Foment del Treball con más mujeres frente a la institución, y más jóvenes que hayan podido evidenciar que nos estamos rejuveneciendo y que somos una patronal más abierta y adaptada a las circunstancias del siglo XXI.

¿Qué planes tiene para que Foment sea una patronal más atractiva? ¿Qué medidas urgentes quiere implementar?

—Foment es una institución muy importante en Cataluña. Es la casa de todos los empresarios de nuestro país, de Cataluña. Está presente en muchas asociaciones, sectores y territorios. Debemos recordar que hay 76 sectores representados, los más relevantes de la economía catalana. Estos sectores económicos también tienen sus subsectores, unas 700 asociaciones empresariales en todo el territorio. A parte de todo esto, hay 19 territorios que son patronales catalanas vinculadas a Foment.

Entrevista a Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment

Que serán vicepresidentes, ahora, ¿no?

—Sí, pero no debemos obviar que además de Girona, Tarragona y Lleida Foment es también la patronal de la Anoia, el Vallès… Son territorios muy importantes que configuran Foment. Es la casa grande de todos los empresarios en Cataluña. De forma directa o indirecta hay decenas de miles de empresarios que están bajo el paraguas de Foment del Treball. Uno de los retos fundamentales de la candidatura  para los próximos cuatro años es buscar la máxima complicidad con el Gobierno de Cataluña y con las organizaciones sindicales para convencerles de que sería muy bueno para el futuro de nuestra industria y nuestras empresas elaborar un plan estratégico con el horizonte 2030. Vamos a trabajar en un proyecto estratégico para 2030. Debemos intentar configurar cómo serán nuestras compañías. Hay que implicar a todas las instituciones del país y que Foment pueda liderar un plan estratégico de esta envergadura. Lo que está en juego es que la economía catalana se modernice al máximo, con el reto de la digitalización, con el objetivo de que Cataluña sea el hub industrial ya no sólo de España, sino de Europa y de los más importantes del mundo. La intención es que se pueda potenciar todo el tejido industrial, con inversiones de futuro, y con una gran presencia de start ups, conectadas con grandes multinacionales. Barcelona es la tercera ciudad más atractiva del mundo para las starts ups. Todo ello junto al proceso, como decía, de la digitalización y la robotización.

¿Cree que hay una distancia del tejido empresarial respecto a Foment?

—Aún no lo he podido constatar. Todas las patronales tienen determinadas crisis de representatividad. Las empresas quieren pertenecer a una patronal si es realmente útil por sus actividades industriales. Por eso otro de los ejes del programa que tenemos claro es ser una patronal de proximidad, útil a las empresas y a los empresarios. No tengo duda de que lo conseguiremos.

¿No ha sido útil Foment en los últimos años?

—No lo sé, llegué hace una semana. Estoy convencido de que de los 30 puntos que hemos presentado, el de la utilidad y la patronal de proximidad, serán dos objetivos que cumpliremos. Los catalanes, desde la CEOE, hemos organizado una patronal de proximidad respecto a todos los intereses económicos y en todos los sectores empresariales españoles. Lo hemos conseguido y se ha incrementado la afiliación. Hay sectores que se han afiliado por esta utilidad. Y lo conseguiremos en Cataluña. Nada es fácil, pero queremos impulsar un departamento de relaciones con la Administración: el Gobierno de Cataluña, el Parlament, el Ayuntamiento de Barcelona y el Parlamento Europeo. Y lo que deseamos demostrar es que somos útiles para el tejido productivo catalán.

Eso mismo hacía usted en la CEOE.

—Sí, en Cataluña no existe y lo vamos a poner en marcha.

¿Ese ese un papel reservado para Jordi Alberich, que procede del Círculo de Economía?

—Alberich se hará cargo de un área de pensamiento, de modernización y futuro del empresariado, y sobre los sectores empresariales en Cataluña, España y el mundo. Lo pondremos en marcha a partir de la próxima junta que tendrá lugar el 3 de diciembre. En ese momento plantearemos una serie de reformas importantes.

¿Tratará de cambiar la idea de que Foment representa el 'establishment', como ha sido acusada la patronal por distintos sectores sociales y económicos en los últimos años?

—Foment es mucho más que la patronal de las grandes compañías, que nos interesan y queremos que vengan más. Pero es también la gran patronal de muchas pymes, que representan decenas de miles de empresas. Debemos trabajar para que el máximo número de organizaciones empresariales esté vinculado con la patronal. Por ahora ya somos la casa grande de los empresarios catalanes, de todo el empresariado, pero queremos serlo de una forma más clara.

¿Rompe la separación de poderes tradicional con Fepime ese plan?

—No. Fepime es una organización totalmente autónoma que funciona al margen de Foment. Está claro que en determinadas cuestiones tenemos unidad y compartimos objetivos, pero son dos organizaciones totalmente separadas. Tanto es así, que los tribunales en Cataluña han decidido los distintos porcentajes de representatividad: un 60% a Foment, un 15% a Fepime y otro 25% a Pimec.

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball en su despacho / CG

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball en su despacho / CG

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, durante la entrevista con 'Crónica Global' / CG

Eso se deberá negociar

—Me he puesto a disposición del Gobierno de la Generalitat. He hablado ya con el consejero de Trabajo, y he pedido hora al presidente de la Generalitat y al vicepresidente, y la próxima semana hablaré de cuestiones industriales con la consejera de Empresa y Conocimiento. Cuando haya hablado con todas las autoridades abordaremos el tema de la representatividad. Se debe resolver con el máximo consenso de la Administración y de los actores implicados. Y son tres: Foment del Treball, Pimec y Fepime.

Pimec quiere llegar al 50%-50%, ¿se podría llegar a este objetivo?

—A mí me gustaría tener el 100%, pero eso es imposible. Los tribunales han dictaminado que la representatividad es 60%-15%-25% y defenderemos este planteamiento. Por descontado, nos sentaremos y negociaremos con la Administración. Pero es muy importante el papel de Foment en el tejido empresarial, como Fepime, pero como somos dos organizaciones diferentes serán ellos los que defiendan su posición.

¿Lo que pretende con su nuevo liderazgo en Foment es despertar al Gobierno de la Generalitat para que se centre en cuestiones tangibles, ligadas a la economía?

—Creo que el Gobierno de la Generalitat debe estar y tener buenas relaciones con Foment. Una patronal tan importante que está presente en tantos sectores lo merece. La Generalitat debe aprovechar el potencial de Foment para conectar el ecosistema empresarial de Cataluña desde diferentes ámbitos: el industrial, el de la innovación, y el de las start ups y el de las multinacionales que quieran venir aquí. Estamos a disposición del Gobierno para defender los intereses empresariales y para conseguir esta renovación, modernización e innovación de la industria con el horizonte del 2030. Ponemos al alcance de la Generalitat todos estos planteamientos y propuestas, que son las mismas que se han trabajado con la Unión Europea. Me gusta siempre plantear ideas que se han puesto en marcha con éxito en países de nuestro entorno. Y en la UE se ha creado la mesa de la industria para 2030. En Cataluña nos la tenemos que hacer nuestra, con el objetivo de atraer inversiones de multinacionales. Creo que la Generalitat lo aprovechará.

¿Y hacerle ver que debe actuar en esos ámbitos? ¿Que puede ir en paralelo a sus reivindicaciones políticas, que no todo debe ser blanco o negro?

—Nuestro planteamiento, desde Foment, es que queremos reivindicar, plantear y defender los intereses empresariales de nuestros asociados y de las empresas en general. Respecto a la cuestión política, son los políticos los que deberán decidir qué le conviene al país, por eso han sido elegidos. Defenderemos sólo nuestros objetivos económicos y empresariales. Sí nos ponemos a disposición del Gobierno y de la Generalitat para buscar espacios de diálogo y puntos de debate para que las empresas regresen y se pueda atraer capital internacional. Nuestro país es muy atractivo económicamente a pesar de lo que se pueda decir. Barcelona está sólo por detrás de Singapur respecto a inversiones en start ups. Lo debemos aprovechar. Porque Foment puede ejercer de conector. Podemos aprovechar el convenio con Barcelona Tech City para inyectar más potencialidad en asuntos importantes. Todo esto lo vamos a poner al alcance del país y de la ciudad. Creo que el Gobierno de la Generalitat estará encantado.

¿Cómo se consigue que las empresas regresen? ¿Por la vía legislativa?

—Creo que debemos intentar que las empresas que se han ido regresen. Hay voces que dicen que quien se ha marchado que no regrese. No me parece bien. Creo que deben volver, y que podemos atraer a más compañías y conseguir que el talento no se vaya. Pienso que si somos capaces de abrir este clima de confianza se conseguirá. Ya existe seguridad jurídica, de hecho nunca se ha dejado de tener. Si conseguimos que este clima de confianza se extienda en nuestro territorio y país eso se mantendrá. La Generalitat puede consensuar un presupuesto y se puede favorecer un clima de que aquí se seguirá favoreciendo a la economía productiva y que se van a mantener las inversiones. Todo eso ayudará a que se rebaje el clima de tensión que ha existido en el último año. Yo he hablado con algunas empresas que se han ido.

¿Y?

—Estoy convencido de que si esto va en la buena dirección, con un clima de distensión importante y si somos capaces de buscar la complicidad con el Gobierno de la Generalitat, abriremos puntos de diálogo y de encuentro, y estoy convencido de que algunas empresas regresarán. No es fácil, pero si lo fuera no sería un objetivo prioritario nuestro.

¿Qué problemas tiene ahora el empresariado catalán?

—Durante este último año ha habido un crecimiento económico importante, pero la crisis aún no se ha terminado. Hemos salido de la recesión económica, pero hay algunas compañías y sectores que aún sufren. Hay dos o tres cosas que podemos plantear para que sean relevantes. Foment debería ayudar, con toda su potencialidad, a la internacionalización de las compañías. Cataluña, en los últimos años, ha hecho un esfuerzo muy grande para internacionalizar la economía y las empresas, y debemos continuar en esa línea. Las grandes ya lo hacen, las medianas también, pero a las pequeñas les falta estructura. Debemos ser útiles entre Foment, y Acció y otras organizaciones para hacer de palanca y ayudar. El otro problema es que hay muchas empresas con poco tamaño. Existen aproximadamente 618.000 empresas, de todas ellas, unas 353.000 compañías no tienen ningún trabajador, son autónomos. Y unas 232.000 tienen entre 1 y 9 trabajadores. El 94% de las compañías en Cataluña están entre 1 y 9 empleados. Creo que todas las instituciones, con Foment a la cabeza, debemos ayudar para que las empresas se puedan configurar en medianas y éstas en grandes. Hay que ganar dimensión.

En los últimos años han existido múltiples propuestas en este sentido. ¿Qué ha fallado?

—La crisis que hemos sufrido en el siglo XXI a partir de 2006 ha sido muy dura e intensa. Ha creado problemas muy importantes en el tejido productivo. También es verdad que el comercio se debe modernizar con medidas para los establecimientos de proximidad para que puedan ser más competitivos. No tenemos la piedra filosofal, llevamos iniciativas en nuestro programa para implementar medidas para la competitividad del tejido productivo, para que ganen tamaño y se puedan internacionalizar. También para aprovechar el talento que sale de la universidad para que no se vaya a trabajar a otros países. Con todo, no lo vamos a arreglar en un día. 

En el debate público, ¿dónde se situará Foment? ¿Habrá una propuesta sobre financiación autonómica, como ocurrió con la anterior Junta de Foment?

—Yo no haré nada que no lo apruebe la junta directiva y el comité ejecutivo. Mi idea es ceñirme lo máximo al desarrollo económico, a la política industrial del país y a defender los intereses de nuestros empresarios. Dentro de lo que son los márgenes económicos e industriales de una organización como Foment, perseguimos que nuestro país progrese económicamente con la máxima cohesión social, con la máxima generación de riqueza y ocupación, con el objetivo de reducir las desigualdades sociales. No nos pondremos de entrada en cuestiones que dependen única y exclusivamente de los políticos. Criticaremos o aplaudiremos los presupuestos, pero no nos posicionaremos en temas políticos. Eso sí, exigiremos a los gobiernos que impulsen la actividad empresarial, para generar riqueza y ocupación.

Son dos ámbitos muy conectados. En el debate político, Foment debe ser un actor.

—Deberemos ser proactivos para buscar los espacios de diálogo y generar los puntos de encuentro para que se nos escuche desde el Gobierno de Cataluña y desde el Parlament. También tenemos interés en que se conozcan las actividades de Foment. Quiero hablar con el presidente del Parlament para que se pueda debatir allí documentos de la patronal, para que todos los grupos puedan posicionarse. Desde la CEOE lo hemos hecho en el Congreso y en el Senado y todos los partidos políticos y grupos sin excepción lo han acogido con unos buenos resultados.

Josep Sánchez Llibre reflejo

Josep Sánchez Llibre reflejo

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, en un momento de la entrevista con 'Crónica Global' / CG

¿Lo conseguirá con la actual configuración del Parlament?

—Al menos lo vamos a intentar. Deberemos ejercer una tarea de pedagogía. Sin empresarios, no hay generación de riqueza, ocupación y no hay cohesión social. La tarea del empresario nos gustaría que fuera reconocida como tal. Hay 650.000 empresas en Cataluña que generan riqueza en Cataluña, lo queremos demostrar en el Parlament, desde la máxima modestia.

¿Qué quiere decir con eso? ¿El perfil de Foment debe ser más bajo?

—Quiere decir que llamaremos a la puerta. Respeto mucho las actuaciones, desde el punto de vista institucional, que ha impulsado Foment y sus anteriores presidentes. Es una tarea que sólo se puede hacer bien desde la ilusión, y eso no es sencillo. Hay que dedicar mucho tiempo a Foment y es un mérito de cada uno de mis predecesores. Después, cada uno tiene su estilo.

¿Está a favor de la subida del Salario Mínimo Interprofesional?

—CEOE ya propuso subirlo a 900 euros, pero en el horizonte de 2020. El problema es que el Gobierno y Podemos han avanzado a un año lo que se debería hacer en dos o tres. Creo que igual el error han sido las formas. Pero si va unido a medidas para reducir el absentismo laboral e impulsar la productividad, perfecto. Yo siempre he dicho que mientras los salarios no suban, nunca podremos salir de la crisis.

¿Se deberían aprobar los presupuestos en España? ¿Son buenos?

—Sería bueno que se aprobasen. Normalmente, es una herramienta básica de seguridad económica. Todo el mundo sabe con qué cuenta. Es verdad que los números que ha presentado inicialmente el señor Pedro Sánchez, junto a Pablo Iglesias, permiten cierto margen para implementar medidas que incrementan el déficit público unas décimas, pero nos preocupa que comporte más presión fiscal para las empresas y que vaya contra la competitividad y la generación de riqueza. No sabemos si será así o no. Si se aprueban, plantearemos con los grupos parlamentarios las enmiendas necesarias.

¿Y en Cataluña?

—También. Lo normal y deseable para esta casa y para los empresarios es que exista la ley marco de los presupuestos de la Generalitat. Venimos de unas cuentas prorrogadas, y si se prorrogan de nuevo, no será bueno para la economía. Sería bueno que el Gobierno de Quim Torra pudiese llegar a un acuerdo con todas las fuerzas políticas para sacar adelante el presupuesto. Sería una señal positiva que aplaudiríamos.

¿Visitará a los políticos presos en Lledoners?

—Es una cuestión de la esfera privada que no quiero comentar.

¿No lo hará en calidad de presidente de Foment?

—Seguro que no. En representación institucional me debo al Gobierno y al resto de partidos. Incluso hablaré con la CUP, como hice con Podemos, y me pondré a su disposición. Pero el tema político lo quiero sacar del ámbito institucional.

¿Le pareció bien que fuera el presidente de la CEOE, Juan Rosell?

Me pareció perfecto. Fue una visita privada. La acepto y respeto.

¿Estará este año Torra en la entrega de las medallas Ferrer Salat?

—Intentaremos celebrar el acto este año. Lo propondré en la junta del próximo 3 de diciembre. Es muy justo, pero vamos a ver si podemos celebrarlo. Quiero que la nueva junta tenga la máxima complicidad en la entrega de los premios, como siempre. Y esperamos, si se celebra, que estén todas las autoridades catalanas. Espero que venga el president Torra, si puede. Sé que las fechas son muy justas y no hay mucho tiempo.

¿Y el del Gobierno, Pedro Sánchez?

—Foment es una de las primeras patronales de Europa y tenemos vocación de proyectar la economía catalana en el mundo. Invitaremos al presidente del Gobierno español como otras veces se ha hecho. Claro.