Javier Roquero, uno de los fundadores y director gerente de Salto Systems y las oficinas del grupo / FOTOMONTAJE DE CG

Javier Roquero, uno de los fundadores y director gerente de Salto Systems y las oficinas del grupo / FOTOMONTAJE DE CG

Business

Salto Systems, los cerrajeros vascos que enamoraron a Uber

Los diseñadores de cerraduras y sistemas de control de accesos que facturan 120 millones de euros están en pleno proceso se expansión

13 octubre, 2016 00:00

Salto Systems nació en 2000 gracias al impulso de un grupo de ejecutivos vascos salidos del ecosistema de la industria del metal que vieron un hueco en el sector: el desarrollo de cerraduras electrónicas. Ese fue el punto de partida de una empresa que facturó 120 millones de euros el año pasado, opera en 22 países a través de filiales propias o mediante joint ventures con socios locales y da empleo a 500 personas. Además, ha despertado el interés de negocios como Uber.

“Llamaron no hace mucho a nuestra puerta”, desveló sobre Uber uno de los fundadores y director gerente de la firma cerrajera, Javier Roquero, en el marco de un encuentro económico organizado por la plataforma Cre100do, el martes pasado, en el Círculo de Economía de Barcelona.

Avanzar hacia el hogar conectado

La firma de transporte intenta sacar partido de una “base de datos con personas propietarias de coches en todos los sitios del mundo” y una de las ideas que está sobre la mesa es transformar la aplicación en un servicio de paquetería. Y aquí es donde Salto Systems puede participar. “Con una cerradura conectada, podrías permitir al responsable de Uber acceder durante cinco minutos, o menos, al domicilio para dejar la mercancía”. Para la seguridad, propone un sistema de videovigilancia.  

Salto fabricaba cerraduras que se abrían a través de sistemas de radiofrecuencia que se instalaron en vehículos, antes de convertirse en player del denominado hogar conectado. “Nos hemos tenido que reinventar dos veces en estos años”. Para ello, contó primero con el impulso de un socio económico e industrial austríaco y, desde diciembre de 2013, con el private equity N+1, dueño del 22% del capital social.

Además de Uber, Roquero explica que también se han acercado a la compañía grupos que se dedican al alquiler de pisos vacacionales, operadores turísticos e incluso empresas de seguridad. Una cerradura conectada también permite controlar las horas de movimiento de la entrada y emitir una alarma si, por ejemplo, la puerta se abre sin previa autorización mientras los inquilinos de una vivienda están de vacaciones.

Cerraduras inteligentes

“La cerradura ha dejado de ser un punto de paso e identificación a ser el punto de entrada que arranca un protocolo de actuaciones de otros sistemas, el denominado Internet de las Cosas”. Y es aquí donde la firma vasca ha centrado sus planes de inversión para los próximos tres años. Su objetivo es ganar cuota de mercado.

Actualmente, son los quintos fabricantes del mundo.