Un avión de Ryanair en pleno vuelo, en una imagen de archivo / EP

Un avión de Ryanair en pleno vuelo, en una imagen de archivo / EP

Business

Ryanair se reúne con tripulantes de cabina y pilotos para evitar dos huelgas

Los paros convocados afectarían España, Portugal, Italia, Bélgica e Irlanda de seguir adelante

10 julio, 2018 11:44

Ryanair trata de evitar dos huelgas previstas para este mes de julio. La aerolínea tiene dos frentes abierto: los tripulantes de cabina en España y los pilotos en Irlanda. Los primeros han convocado paros los días 25 y 26 de julio, mientras que los segundos esperan llevarlos a cabo el día 12 de este mismo mes. Para tratar de evitarlo, la compañía se reúne este martes y miércoles con los trabajadores.

Desde las 11.00 horas de este martes, están reunidos en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) Ryanair y los sindicatos convocantes, Unión Sindical Obrera (USO) y Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (Sitcpla). Negocian el conflicto colectivo y el objetivo de la compañía es evitar que los empleados vayan a la huelga junto con los sindicatos portugués, italiano y belga.

4.000 trabajadores

En los cuatro países, están llamados a seguir los paros más de 4.000 trabajadores; en España, son 1.800 los convocados. Entre las quejas de los sindicatos están el incumplimiento de la normativa en las bajas por maternidad y paternidad, el impago de las horas de espera y llamar a tripulantes para que cubran vuelos que finalmente no despegan.

Por su parte, Ryanair argumenta que los tripulantes de cabina cobran hasta 40.000 euros anuales, que disponen de cinco días de trabajo y tres de descanso, que no se permiten más de 900 horas de vuelo al año, que reciben formación gratuita y que reciben comisiones por vender a bordo.

Reunión con los pilotos

El encuentro para negociar in extremis con los pilotos irlandeses y evitar un primer paro de 24 horas el día 12 de julio –que podría repetirse a lo largo del verano– será un día antes, el miércoles. Las dificultades ya empezaron a la hora de decidir el lugar de encuentro, que finalmente será una sala del aeropuerto de Dublín, considerada “neutral”.