Las reservas turísticas en Barcelona para Semana Santa caen hasta un 14%. Esta es la cifra que manejan los alojamientos y el Gremi d'Hotels de Barcelona (GHB) en privado para la pausa primaveral. Los establecimientos confían en salvar las vacaciones con las compras de última hora y reventando el precio medio de habitación por noche.
Si en el resto de España se colgará el cartel de todo completo durante los días de asueto, en la capital catalana se masca preocupación. "Los hoteles afiliados a grandes cadenas lo tienen mejor: pueden completar las reservas propias con lo que le colocan los gestores de venta de sus matrices. Pero las pequeñas cadenas y hoteles independientes están sufriendo", indica un hotelero que prefiere no revelar su nombre. ¿Qué significa sufrir? "Los trackings del número de habitaciones llenas que realiza el Gremi d'Hotels arrojan ocupaciones de un 12% a un 14% inferiores a las de 2017 para Semana Santa", agrega la misma fuente.
Falla EEUU
Preguntada por las cifras, una portavoz del Gremi d'Hotels de Barcelona ha indicado que "próximamente" revelarán los datos de ocupación esperados para la pausa primaveral. Mientras, al menos otros dos hoteleros destapan tendencias cuanto menos preocupantes para la hotelería barcelonesa, que aún se lame las heridas del desafío independentista de 2017 en Cataluña.
Uno de ellos informa de que "las reservas quizá llegarán a niveles del año pasado, pero lo harán por la última hora. Las compras a plazo han disminuido en Barcelona. No ayuda que Semana Santa llegue pronto y con ello, que la meteorología no sea todo lo buena que era otros años", ha indicado. En este escenario, ¿qué mercados están fallando? "No los europeos. Británicos y franceses se mantienen. Alemanes quizá bajan un poco, pero por la reapertura de destinos rivales como Egipto y Turquía. Lo que está fallando es el largo radio: Estados Unidos y Canadá, sobre todo", analiza otro directivo.
Precios por los suelos
Otro hotelero, propietario de varios activos, ha admitido que el primer trimestre del año "está siendo duro" en la región. "El ADR (Tarifa Media Diaria, por sus siglas en inglés) está bajando y ello es fruto del procés y la masificación de los pisos turísticos", ha señalado. Según el mismo empresario, alojamientos de cuatro estrellas "están vendiendo a 55 euros en marzo. Ese nivel significa pérdidas y mata al sector. Es la espiral de la muerte en términos económicos, ya que el propio sector erosiona los márgenes hasta aniquilar a muchos jugadores", avanza.
"Si no se toman medidas, Barcelona verá cierres de hoteles. Ante ello, el Gremi está impotente porque se lo ha encontrado todo en contra. Poco puede hacer", ha remachado el mismo empresario.