Carlos Slim, primer accionista de la constructora FCC y de Realia / REUTERS

Carlos Slim, primer accionista de la constructora FCC y de Realia / REUTERS

Business

Realia, el lastre de Slim: la plantilla se come la mitad del negocio promotor

Mientras que los gastos de personal crecen un 10%, los ingresos de la actividad promotora se desploman un 43%

4 agosto, 2018 00:00

Los responsables de Realia, la inmobiliaria controlada por Carlos Slim, llevan dos años diciendo a los accionistas que, a la vista del aumento de la demanda de vivienda, había llegado la hora de retomar la construcción de nuevas promociones.

Lo comentaba su consejero delegado, Gerardo Kuri, el hombre de confianza de Carlos Slim, en la junta de 2016. También en la de 2017 y lo volvía a reiterar, a finales de junio, en la de 2018. Pero lo cierto es que no se había iniciado desarrollo alguno.

Dos nuevas promociones diez años después

Hasta ahora. A lo largo del segundo trimestre ha iniciado la venta de dos proyectos, con un total de 146 viviendas, en Sabadell y Palma, logrando la preventa de 12 pisos.

La cautela del empresario mexicano Carlos Slim con la inmobiliaria que tomó bajo su control, hace cuatro años, como consecuencia de la entrada en el capital de FCC, tiene su lógica.

Mucha cautela

Aunque existe cierta presión por sacar provecho del nuevo boom inmobiliario residencial, que parece haberse instalado en España, el inversor azteca también es sabedor de que no se puede iniciar nuevos proyectos sin grandes garantías de que las viviendas serán vendidas a y buen precio. Lo sabe bien.

Una década después, Realia no ha sido capaz de desprenderse de todo el excedente de 1.400 viviendas terminadas con que contaba. Sin iniciar una sola promoción, la inmobiliaria toda cuenta con un stock de 348 viviendas de las que solo 22 están vendidas pendientes de entrega, quedando todavía disponibles 326 unidades.

Flecos por resolver

Y, a la vista de las cuentas presentadas al cierre del primer semestre de 2018, todavía quedan algunos flecos que resolver, como los gastos de personal. A pesar de la escasa actividad, aumentaban un 10%, hasta 3,74 millones de euros, con lo que se comían la mitad de los 7,56 millones de euros logrados por el área de promoción y suelo de Realia.

De esos ingresos, la entrega de viviendas apenas aportaba 6 millones, con la escritura de 39 unidades, una caída del 43%, justificada en parte por la inmobiliaria que preside el también azteca Juan Rodríguez por el menor volumen de producto terminado para la venta, retraso en las entregas de productos en arras y la retrocesión de una venta de suelo en el Valdebebas, junto al aeropuerto de Madrid.

Solar comprado a Defensa en Alcalá de Henares

A partir de aquí, Carlos Slim y su equipo prosiguen con el análisis de aquellos terrenos que pueden ser más susceptibles de poner en el mercado. Entre ellos, estaría la parcela recientemente adquirida en Alcalá de Henares (Madrid) al Ministerio de Defensa. Solar por el que Realia pagaba 27,5 millones de euros en efectivo. Cuenta con una edificabilidad de casi 45.000 metros cuadrados, suficiente para construir unas 500 viviendas.

Desde el punto de la deuda, el acuerdo de novación alcanzado con Caixabank el pasado 21 de junio, dejaba el apalancamiento de la actividad promotora de Realia en 120 millones de euros, garantizados por el propio Carlos Slim a través de Inversora Carso.

Vencimientos de deuda con Caixabank

Los nuevos plazos de amortización de esta deuda pactados fijan el pago de 10 millones en junio de 2019, otros tantos en diciembre de ese año, 5 más en marzo de 2020, 25 en septiembre de ese año, y los 70 restantes a vencimiento, en diciembre de 2020.

De cara a contar con mayores garantías para la puesta en marcha de nuevas promociones, Carlos Slim y el equipo que dirige Gerardo Kuri esperan que los bancos echen una mano, con una “relajación de los encorsetamientos que actualmente se exigen, fundamentalmente el de exigencia de un elevado porcentaje de preventas, sobre todo para promociones con buenas ubicaciones y con demanda embolsada”.