Josep Antoni Duran i Lleida y Oriol Junqueras

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¿Qué medidas puede tomar el BCE para evitar la deflación?

Desde el banco regulador de la zona euro, por el momento, no se reconoce que los índices de inflación están en negativo a corto y medio plazo y se descarta, aunque se asumirán, "todos los mecanismos para evitar la deflación". Sin embargo, cada vez más expertos reclaman al BCE que empiece ya a tomar medidas para evitar el riesgo de deflación porque, aun siendo reducido, ha aumentado.

8 abril, 2014 09:50

La deflación, en términos de macroeconomía, supone un período largo de precios muy bajos con unas tasas de crecimiento económico débil. En los últimos meses, todos los países de la zona euro están flirteando con caer en un período prolongado de desinflación, lo que beneficia a los ahorradores, pero perjudica la actividad económica porque retrasa las compras de los particulares puesto que pensarán que en el futuro los precios serán más bajos.

Desde el banco regulador de la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE), por el momento no se reconoce que los índices de inflación están en negativo a corto y medio plazo y se descarta aunque se asumirán "todos los mecanismos para evitar la deflación", según comentó esta semana su presidente, Mario Draghi.

Sin embargo, cada vez más expertos reclaman al BCE que empiece ya a tomar medidas para evitar el riesgo de deflación. El catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School (Reino Unido) Santiago Carbó afirma que una actuación del BCE sería "más que conveniente" porque el riesgo de deflación, aun siendo reducido, ha aumentado.

Reactivar ya la economía

Carbó subraya que las tasas tan bajas de inflación actuales hacen aún más difícil el esfuerzo de reducción de deuda pública y privada porque las caídas de precios suponen que el tipo real pagado por esa deuda es mayor que el nominal, "algo muy contraproducente para la recuperación económica y para las finanzas públicas y privadas".

Asimismo, indica que actualmente lo que se vive es un momento de "desinflación" clara con un riesgo de deflación bastante mayor que al principio del año. Por ello, recalca que la actuación del BCE es conveniente no sólo por el riesgo de deflación, sino también por lo que implica la "desinflación" actual en la zona del euro y en países como España.

Carbó se pregunta qué considera el BCE que tiene que pasar para que actúe. El catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos indica a Efe que hay "argumentos de peso" para reclamar al BCE medidas para reactivar ya la economía.

Compra de dólares

A este respecto, afirma que una de ellas sería la compra de activos en dólares en los mercados secundarios para depreciar el euro, "lo que supondría un aumento de las exportaciones y, fruto de la mayor demanda, una subida del bajo nivel de inflación". Asimismo, no está de acuerdo con que se critique que el BCE no haya rebajado a tipos negativos el tipo de la facilidad marginal de depósitos porque piensa que apenas sería eficaz, dado el reducido saldo de esa facilidad de depósitos.

Tampoco aprueba una posible bajada de los tipos de interés (ahora en el 0,25%), "porque llega un momento en el que la inversión se vuelve insensible a una ulterior caída del tipo de interés". Por ello, pide que el BCE actúe para depreciar el euro, "lo que reactivaría la economía vía exportaciones y alejaría las tasas de inflación tan bajas".

La analista de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) María Jesús Fernández critica que sea ahora cuando el BCE deje abierta la puerta a tomar medidas para luchar contra la deflación, cuando es algo que debería haberse abordado hace cuatro años. En este sentido, señala que no entiende la actitud del BCE y muestra su desconfianza sobre la posibilidad de que finalmente el BCE adopte esas medidas. Fernández incide en que no se sabe qué circunstancias tienen que darse para que el BCE actúe, informa Efe.

En cualquier caso, considera que en España no existe riesgo de deflación y asegura que si ahora el IPC está en tasas negativas es por el aspecto coyuntural que supone el proceso de ajuste interno que se traslada a los precios. Fernández prevé que la inflación vuelva al 0% o a tasas positivas en abril y que se mueva entre el 0% y el 0,5% durante el año.

Por su parte, la OCDE prevé que la inflación cambie poco este año y que aumente "algo" en 2015, al tiempo que afirma que los riesgos de deflación "se podrían intensificar si la actividad económica permanece débil" en el área del euro.