Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una comparecencia este jueves en el Ayuntamiento / AJ BCN

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en una comparecencia este jueves en el Ayuntamiento / AJ BCN

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Los promotores advierten de una escalada de precios por las medidas de vivienda de Colau

El Ayuntamiento de Barcelona dará el visto bueno al decreto con el que se obligará a destinar el 30% de las viviendas a protección oficial en las nuevas promociones

28 septiembre, 2018 00:00

Los promotores con actividad en Barcelona han vivido un verano de vértigo en el que todas las operaciones se han acelerado. El objetivo de todos ellos es completar los trámites necesarios para poder iniciar las obras y sortear las nuevas medidas de vivienda promovidas por el ayuntamiento, encabezado por Ada Colau. Se advierte que estos movimientos sólo servirán para incrementar más la presión sobre la falta de oferta de la ciudad e incrementar la escalada de los precios.

Salvo sorpresas de última hora, BComú aprobará en el pleno municipal de este viernes un cambio en la normativa vigente. Obligarán a destinar el 30% de los pisos de nueva construcción de más de 600 metros cuadrados para viviendas de protección oficial (VPO). Aseguran que de este modo se crearán 334 inmuebles de esta tipología cada año y se resolverá la actual carencia de inmuebles públicos en Barcelona. Provocada, en gran medida, porque en la última legislatura casi no se han iniciado nuevas construcciones de este perfil.

Elecciones municipales

No entrará en vigor de forma inmediata. Tras el previsible visto bueno en la Cámara municipal, se deberán completar los trámites administrativos necesarios para dar forma al nuevo reglamento que entrará en vigor. A ocho meses de las elecciones locales, también se espera que el proceso se complete antes de los comicios para que se pueda usar durante la campaña.

Los promotores aseguran que esperarán a conocer los detalles de la futura norma. De entrada, han recibido con escepticismo la propuesta que se ha impulsado desde el consistorio. Denuncian que se ha aplicado sin una mínima negociación con el sector y con rigidez a la hora de marcar las líneas maestras de la nuevas condiciones a la construcción de vivienda nueva.

Petición de flexibilidad

Algunas voces apostaban por medidas que fueran algo más flexibles. Pedían permitir cierto movimiento en los porcentajes de obligatoriedad de promover VPO. Es decir, que algunos edificios ubicados, los ubicados en zonas prime, no tuvieran viviendas de este perfil y que los requisitos de construcción se concentraran en otras promociones. Se alegaba que el resultado final sería el mismo desde el punto de vista cuantitativo y que no se ponían trabas a la economía de mercado.   

Las reticencias que provoca otra de las medidas estrella de Colau propicia que la conclusión de casi todos ellos es que frenarán las nuevas promociones en el momento en que entre en vigor la medida.

Despachos de arquitectura

Acelerar los proyectos para conseguir a tiempo la licencia de construcción también ha llevado a que los arquitectos hayan trabajado a destajo durante estos meses de verano. Según diversos estudios de arquitectura contactados por este medio, esta mecánica ha supuesto una sobrecarga de trabajo difícil de asumir en periodo vacacional, pero que ha funcionado como “parche” ante el problema que se les avecina.

“Todos los proyectos que estaban en una fase de iniciación han sido acelerados desde el anuncio de Colau e incluso algunos que no estaban ni planteados han sido realizados en un tiempo récord para poder obtener la licencia”, afirma un profesional del despacho Batlle i Roig, que prefiere mantener el anonimato.

Menos rentabilidad de las obras

Otras fuentes del sector admiten tener “miedo” frente a lo que pueda pasar una vez se apruebe la ley, dado que “habrán muchas obras cuya rentabilidad baje de forma drástica” como consecuencia de la medida.

Plantean como ejemplo un caso en el que ya han obtenido el trámite de la licencia. “Se trata de un pequeño terreno adquirido por un inversor de permuta con la propiedad”, una operación habitual en estos momentos en el sector. Llevaría a la construcción de un edifico de cuatro plantas con un total de 12 viviendas. “El acuerdo prevé que entregarán dos de los pisos al propietario original de los terrenos, y si tuviera que destinar un 30% a VPO, tan sólo le quedarían unas seis viviendas para el inversor”. Al final, es dudoso que obtenga algún beneficio con la operación.

Lo mismo ocurriría si la presencia de viviendas de VPO repercute al precio final de todos los inmuebles. La bajada en el coste de acceso puede parecer positivo, pero si el efecto final es que se limite el margen de ganancias del promotor no se llegará nunca a ejecutar la obra.

Efecto final: más subida de los precios

Existe consenso entre los que operan en el sector inmobiliario de Barcelona que en el mercado actual, con requisitos más estrictos y márgenes más estrechos, la falta de rentabilidad propiciará llevará al frenazo en la ejecución de nuevas promociones.

Se avisa de que esto ocurrirá en una ciudad en la que ya existe más demanda que oferta inmobiliaria real. Y las leyes de mercado en este escenario llevan a disparar aún más el precio de los pisos. Por todo ello, piden que se repiensen las medidas para regular el sector. Reclaman negociar y diseñar entre todos un modelo que resuelva los problemas reales de acceso a la vivienda que identifican sin ahogar los beneficios de los promotores que activan un círculo vicioso que aún dispara más el coste del inmobiliario de la capital catalana.