El Banco Central Europeo (BCE), presionado por la inflación para subir tipos / EP

El Banco Central Europeo (BCE), presionado por la inflación para subir tipos / EP

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La prima de riesgo cae a mínimos de los últimos 12 años

La compra masiva de bonos soberanos por parte del BCE desvirtúa el indicador de diferencial con el rendimiento de la deuda alemana, con cinco países de la eurozona por debajo de 20 puntos básicos

9 enero, 2021 00:00

La deuda española ha alcanzado un nuevo hito positivo en medio de la crisis del coronavirus. Después de que el bono a 10 años, tomado por el mercado como referencia, registrara hace algunas semanas tipos negativos en el secundario por primera vez en su historia, la primera semana de actividad bursátil del año acaba con la prima de riesgo en sus cotas más bajas de los últimos 12 años.

Ambos acontecimientos emanan, en realidad, de una causa común: el programa de compra de deuda soberana puesto en marcha por el Banco Central Europeo (BCE) nada más estallar la pandemia y que ha ampliado a lo largo del pasado año hasta situarlo, por el momento, en 1,85 billones de euros.

Retroceso del bono alemán

De esta forma, el organismo emisor ha proporcionado un robusto colchón a los estados miembros de la zona euro para que puedan emitir la deuda extra que necesiten con el objetivo de financiar las medidas adoptadas contra la crisis en cada caso sin padecer las tensiones de los mercados a la hora de colocar los bonos.

Tras un inicio de año con buen tono por parte de la renta variable, la rentabilidad del bono alemán, uno de los activos refugio más apreciado en los mercados, ha experimentado un notable incremento dado que los inversores han soltado lastre en busca de un mayor atractivo en la bolsa.

Los países más afectados

Un movimiento similar se ha producido en el resto de bonos de referencia de los países de la zona euro, aunque con menor intensidad, lo que ha provocado el estrechamiento de sus respectivos diferenciales con el rendimiento del bono alemán, es decir, de las primas de riesgo.

Cabe tener en cuenta que el BCE está comprando deuda de todos los países de la Unión Europea Monetaria pero con especial incidencia en el caso de los más castigados por los efectos del Covid-19 en sus economías, como son los casos de España, Italia e, incluso, Francia. De ahí que, a la hora de que los inversores privados deshagan posiciones en renta fija soberana, el bono alemán sea el más afectado toda vez que no acapara tantas compras del BCE como el resto.

Convergencia

Así, la prima de riesgo de España se ha situado este viernes en 55 puntos básicos; no se registraba una cota tan baja en esta variable desde mediados de 2009, precisamente en mitad de la pasada crisis. Por entonces, la tendencia del diferencial con la deuda alemana era netamente alcista.

La estrategia del BCE para evitar que la del coronavirus derive en una crisis de deuda ha terminado por desvirtuar en gran parte la referencia de la prima de riesgo, como prueba el hecho de que actualmente hasta cinco países de la eurozona presentan diferenciales inferiores a 20 puntos en relación con el bono alemán: Bélgica, Austria, Francia, Países Bajos y Eslovaquia. Mientras, República de Irlanda está a punto de sumarse al selecto grupo.

Protagonismo diluido

Los países que comparten el euro no cuentan con la criba del mercado a la hora de emitir deuda, todo vez que cuentan con la garantía de que el banco emisor se hará con buena parte de los activos. De ahí que la prima de riesgo haya pasado a un segundo plano en esta oportunidad, muy al contrario de lo sucedido en la anterior crisis.     

El mecanismo que mide el llamado riesgo-país fue uno de los grandes protagonistas de la recesión vivida a finales de la primera década del presente siglo, cuando los diferenciales de deuda de los países más afectados por la crisis se dispararon debido a las dificultades que encontraban las economías más castigadas en colocar la deuda en los mercados, lo que les obligaba a elevar su rentabilidad para convencer a los inversores.

Rescates

La circunstancia llevó a la Unión Europea a tener que rescatar desde el punto de vista económico a Grecia, República de Irlanda y Portugal, un precedente que ha sido tenido muy en cuenta por el BCE a la hora de reaccionar con celeridad en el caso de la crisis del coronavirus para evitar que se repitiera la historia.

Eso sí, la medida no elimina del todo la incertidumbre, toda vez que los mercados ya se preguntan qué sucederá cuando deje de aplicarse esta suerte de respiración asistida para los miembros de la eurozona.

Incertidumbre

En su último consejo de gobierno del año, el, BCE extendió el límite temporal de la compra de deuda hasta el primer trimestre de 2022. Pero cabe tener en cuenta que se trata de un plazo máximo y que el organismo que preside Christine Lagarde está dispuesto a dar por finalizado en cualquier momento anterior, en función de la evolución de las economías de la eurozona.

A partir de entonces, las primas de riesgo volverán a cobrar todo el sentido y los diferenciales dejarán de ser tan homogéneos.