Gobierno, sindicatos y CEOE afrontan la situación generada por la abrupta subida del IPC / EFE

Gobierno, sindicatos y CEOE afrontan la situación generada por la abrupta subida del IPC / EFE

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Los precios subieron cuatro veces más que el salario medio desde la anterior crisis

La inflación ha repuntado algo más del 20% desde el inicio del anterior ciclo bajista, cinco puntos por encima de las retribuciones

30 agosto, 2022 00:00

La espiral de inflación desbocada que se inició hace casi un año y que se ha visto agravada por la guerra en Ucrania ha propinado un duro golpe en la línea de flotación del poder adquisitivo de los españoles. Hasta tal punto que desde que se dejó atrás la anterior crisis, a mediados de la pasada década, la evolución de los precios ha sido algo más de cuatro veces superior a la de los salarios

En concreto, los datos oficiales indican un repunte acumulado del IPC del 10,7% desde 2015, cuando la economía española empezó a dar síntomas de haber dejado atrás la larga crisis financiera que se había iniciado a finales de la anterior década. 

Otoño caliente

En este mismo periodo, el salario medio de los españoles experimentó una subida del 2,45%. La evolución moderadamente alcista que inició tras dejar atrás el periodo de depresión se vio frenada en seco por el escenario sobrevenido por la irrupción de la pandemia del coronavirus.

Este es el contexto en el que se plantea un otoño caliente en materia laboral. Todo ello, ante la falta de entendimiento entre los agentes sociales (especialmente los sindicatos y la patronal) por la negociación colectiva y la reivindicación por parte de los trabajadores de que el abrupto incremento del coste de la vida tenga su correspondiente reflejo en los salarios.

Precios energéticos

No obstante, los números reflejan que la situación va más allá del particular ciclo que atraviesan actualmente las principales economías occidentales, con la base de la elevada subida de los precios energéticos derivada de la dependencia de las materias primas provenientes de Rusia, de cuya invasión de la vecina Ucrania se han cumplido ya seis meses. 

Así, si se tiene en cuenta también la anterior crisis y, por lo tanto, un horizonte temporal más amplio, el poder adquisitivo de los asalariados españoles tampoco sale bien parado. 

De crisis a crisis

En este caso, la inflación acumulada desde el cierre de 2007, año en el que comenzó a reventarse la burbuja inmobiliaria y que precedió a la caída del banco estadounidense Lehman Brothers, se sitúa por encima del 20% mientras que la evolución del sueldo medio en este mismo periodo se sitúa en torno al 15,5%. 

Una diferencia de cinco puntos que amenaza con incrementarse de forma significativa al cierre de 2022, en el que el incremento medio del IPC ya se sitúa por encima del 8%. Los datos mensuales se sitúan por encima de los dos dígitos, como el último correspondiente a julio. 

El caso del SMI

Las alarmas se han disparado aún con más intensidad después de que la Reserva Federal de EEUU y otros bancos centrales se hayan mostrado partidarios de ser incluso más agresivos con la política de subida de tipos de interés que iniciaron a comienzos de año para tratar de frenar la escalada inflacionista.

La sede de la Reserva Federal de EEUU / EP

La sede de la Reserva Federal de EEUU / EP

La situación es diferente en lo que se refiere al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Las últimas revisiones al alza acordadas por el Gobierno y los sindicatos (la primera de ellas también con el apoyo de la CEOE) ha hecho que la subida de este límite haya superado con creces la del IPC. 

Amplia brecha

Bien es cierto que, en los años anteriores, el SMI apenas había experimentado cambios, lo que había provocado que se ensanchara la brecha con las figuras equivalentes en los países del entorno. 

Precisamente, éste vuelve a ser uno de los puntos calientes del complicado proceso negociador al que están llamados los agentes sociales para las próximas semanas y que, por el momento, ha aflorado notables discrepancias entre los sindicatos y la patronal. 

Posturas enfrentadas

El Gobierno, liderado en este capítulo por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es partidario de una nueva subida. Su objetivo es cumplir la promesa formulada al inicio de la presente legislatura de que el SMI se situaría en el 60% de la retribución media real del país. Hasta tal punto que la propia Díaz ha considerado justificadas las movilizaciones anunciadas por los representantes de los trabajadores. 

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, tras aprobar la nueva subida del SMI / EP

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, tras aprobar la nueva subida del SMI / EP

Mientras, la CEOE ha rechazado públicamente tanto la postura del Ejecutivo como la de los sindicatos y ha apelado a proseguir con el diálogo y la negociación, especialmente en lo que se refiere a la subida general de los sueldos al justificar que ya se está abordando por parte de los diferentes sectores. En cuanto al SMI, la patronal considera fuera de todo escenario una modificación antes de fin de año.