Carles Puigdemont (derecha), presidente de la Generalitat, y Josep González, líder de Pimec, en la entrega de premios de la patronal.

Carles Puigdemont (derecha), presidente de la Generalitat, y Josep González, líder de Pimec, en la entrega de premios de la patronal.

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Pimec apoya en su noche de gala las críticas del Gobierno catalán a Foment del Treball

Josep González, presidente de la patronal, echa un cable al presidente al asegurar que la fuga de empresas responde a una cuestión fiscal y no por el 'procés'

21 junio, 2016 00:00

Pimec puso en el centro de su noche de gala, la 29ª entrega de premios de la organización, la batalla entre patronales en Cataluña. Josep González, su presidente, se sumó a las críticas del Gobierno de la Generalitat contra Foment del Treball por su alarma sobre la fuga de empresas en Cataluña por la inseguridad del proceso independentista.

Afirmó en su discurso que no conocía casos concretos que avalaran esta tesis y reclamó que nadie "jugara" con afirmaciones "de este tipo que no ayudan en estos momentos ya de por sí tan complicados". Joaquim Gay de Montellà, el presidente de la gran patronal y quien hizo la afirmación de que el entorno político catalán propicia cambios de sedes y desincentiva inversiones, siguió el discurso de González desde una de las mesas principales del acto.

Problema de fiscalidad

"Sí se pueden marchar por la alta fiscalidad", admitió el líder de Pimec tras lanzar un alegato contra las multinacionales: "Siempre tienen preparados planes de contingencia, pero para todo; por si se vende o no se vende, por si cambia la fiscalidad, por si hay que marchar a un país low cost, etc.". Indicó que el procés "seguramente" también ha propiciado alguna deslocalización, "pero es una práctica de las multinacionales". Es más importante, según su punto de vista, el "retraso de algunos proyectos, como BCN World".

González insistió en que Pimec decidió el pasado diciembre que no "emprendería o repetiría ningún otro intento de acuerdo, o del a veces mal llamado proceso de fusión patronal", que ponga en peligro los principios y sus objetivos primordiales. Remarcó que si una organización que defiende a las pymes se mezcla "con cualquier representación de grandes empresas debilita la representación de nuestro tejido" y dejó la mano tendida a la unidad de acción en "temas de interés común empresarial".

Transparencia empresarial

"No se trata de una declaración de beligerancia, es sensatez", sentenció. Con todo, sacó pecho de la transparencia, el código ético y la pulcritud en la gestión de los líderes de la pequeña patronal nacionalista; algo que contrasta con "episodios de mala gestión y corrupción que, a pesar de estar centrados en un entorno muy concreto, nos afectan a todos".

Alusiones al relevo en la patronal del comercio adscrita a Foment, la Confederación del Comercio de Cataluña, y anteriormente al escándalo de la Unión Patronal Metalúrgica, cuyo expresidente, Antonio Marsal, acabó en el banquillo de los acusados.

"Nadie queda libre de las malas prácticas, pero es más difícil que estas se produzcan cuando existen mecanismos eficientes de control", sentenció. El control de las Administraciones es también para el líder de Pimec algo indispensable para que se repitan episodios de este tipo.

Gobierno 'pro-pymes'

Puigdemont, encargado de cerrar el acto, aseguró que el Ejecutivo de la Generalitat que "cuenta con el apoyo de un amplio espectro de administraciones en todo el territorio se ha puesto ser un Gobierno pro-pymes".

Celebró la cercanía de Pimec al tomar nota de las reivindicaciones en materia de infraestructuras, formación profesional y la necesidad de incluir a las empresas más pequeñas en todos los procesos de contratación pública, e hizo un alegato independentista.

Situado mentalmente en un futuro independiente, Puigdemont aseguró que gracias a disponer de todos los "instrumentos de un Estado propio podemos acabar de aprovechar los vientos de cola de la bonanza económica y generar un efecto multiplicador para la economía del país".

Optimismo independentista

El presidente manifestó, asimismo, que la Hacienda Propia permitiría "limitar el atraso de los pagos", otra de las grandes reivindicaciones de Pimec y de su spin off, la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, y que la independencia propiciaría una nueva regulación del sistema energético "para que las pymes no soporten el peso de pagar un coste desproporcionado"; permitiría impulsar de forma definitiva infraestructuras como el Corredor del Mediterráneo; impulsar un sistema tributario favorable a las pymes; un mercado laboral más flexible y un sistema de justicia más ágil y rápido en la resolución de conflictos.

Un mensaje rebosante de optimismo que fue aplaudido por la patronal.