La patronal y los sindicatos han alcanzado un principio de acuerdo para la renovación del convenio del metal de Barcelona. Esta industria había quedado seriamente tocada tras el envite del Covid-19, que obligó a paralizar muchas líneas de producción. El sector también ha tenido complicado pasarse al teletrabajo, ya que gran parte de las 200.000 personas empleadas en el territorio no pueden ejercer sus funciones a distancia. Finalmente, estas dificultades han servido de revulsivo para acercar las posturas de empresas y trabajadores, tal y como han contado a Crónica Global fuentes cercanas a la negociación.
Las conversaciones sobre el nuevo marco laboral empezaron en febrero, pero el estallido de la crisis sanitaria obligó a atrasar los encuentros de los agentes sociales. Diez meses más tarde, ambas partes han sellado un pacto con una vigencia de dos años que congela las tablas salariales previas pero incluye, a cambio, un aumento único del 0,8% en diciembre del próximo año. Además, el documento estima un incremento del 2% en 2021 sobre todos los conceptos salariales y mantiene las ocho horas de libre disposición.
Satisfacción de los sindicatos
Se trata de un acuerdo de mínimos que, en las condiciones actuales, beneficia a los trabajadores y asegura la continuidad de la actividad empresarial. La satisfacción entre las organizaciones sindicales es unánime. José Juan Marín, secretario de Acción Sindical de CCOO Industria, valora favorablemente el convenio. "Las negociaciones han sido complejas porque se han desarrollado en un escenario complicado. Pero el resultado cumple con nuestras expectativas e incluye todas las materias nucleares que nos preocupan".
Esa sensación de tranquilidad también cunde en UGT. Bernardo Fuertes señala que el texto "guarda el equilibrio entre el mantenimiento de las empresas y la posibilidad de un incremento salarial". Pese a que las revalorizaciones son menores a las del convenio anterior --que recogía baremos del 2,6% en 2018 y del 2,5% en 2019--, el portavoz de UGT-Fica destaca la parte positiva: "En la difícil situación que tenemos, este convenio es bueno para todas las partes".
Planes industriales
El pacto introduce hasta cinco comisiones de trabajo sobre asuntos como el mantenimiento de la ocupación, el teletrabajo, la desconexión digital, el registro de jornada y los planes industriales. Esta última mesa supone otra victoria para los sindicatos, que de este modo podrán participar de forma más activa en la planificación de las compañías. "Queremos intentar participar al máximo en estas decisiones", indica Marín.
"Los sectores tienen que afrontar cambios en los productos y procesos de producción. Un ejemplo de ello es la mesa de Nissan, que debe detectar aquellas competencias necesarias para la industria del metal del futuro", explica. ¿Más exportación? En un sector tan diversificado como el de la siderometalúgica, que incluye tanto el acero como la automoción, Marín no observa un déficit general de ventas al extranjero. "Debemos apuntar en una estrategia global de transformación del sector ante los nuevos retos", resume.