Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) en la rueda de prensa tras las medidas por el coronavirus / EP

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) en la rueda de prensa tras las medidas por el coronavirus / EP

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La "oportunidad perdida" de Lagarde y las instituciones europeas

Los expertos señalan que la Unión Europea es incapaz de generar “confianza” y que los mercados lo han interiorizado a falta de medidas más contundentes

13 marzo, 2020 00:00

¿Una oportunidad perdida que puede dejar las instituciones europeas por los suelos? Los planes del BCE, capitaneado ahora por Christine Lagarde, han sido desautorizados por los mercados, pero también por los expertos, que no pueden entender que no se haya apostado por lo que más se necesita ahora: “generar confianza”. Aunque la inyección de dinero pueda ser importante, con la compra hasta finales de año de 120.000 millones adicionales en bonos de deuda, el problema es cómo trasladar a mercados y ciudadanos que todo lo que se haga será suficiente.

Una de las cuestiones primordiales, y Lagarde era consciente de ello, era comunicar un plan de acción que diera respuesta a los temores que ha generado el coronavirus en la economía. Con medidas sanitarias a medias, con la percepción de que los gobiernos más afectados, como el español, tras la estela del italiano, no están todavía a la altura de lo exigido, el plan de Lagarde acabó de hundir a Ibex.

Tipos de interés

El economista Santiago Carbó quiere ser prudente, pero no oculta la sensación de que se ha perdido una oportunidad: “Las medidas son claramente insuficientes, y no sé si se ha reflejado con ello diferencias en el seno del propio BCE, pero Lagarde ni ha asumido un plan importante, ni lo ha sabido transmitir, y los mercados, en todo caso, no se lo han creído”.

Carbó se fija en la propia magnitud del plan del BCE. “120.000 millones adicionales para la compra de bonos de deuda puede parecer importante, pero también se podían haber anunciado hace dos años, en un momento de incertidumbre. Se esperaba mucho más”. El economista no entra en la cuestión de los tipos de interés, en el hecho de que se podían haber dejado en negativo. “No se trata tanto de cómo actuaría esa medida, pero sí del anuncio de que se iba a entrar también en ello, y hubiera sido positivo para generar confianza”.

¿Efecto rebote?

El matiz lo señala José Carlos Díez, al entender que las medidas no pueden menospreciarse. “Los recursos para pymes serán directos, con más efectividad que las medidas que ha anunciado el Gobierno de Pedro Sánchez a través de las líneas de crédito del ICO. El problema grande es que Lagarde no es Mario Draghi, y eso es importante, porque hay que generar la máxima confianza posible”.

Carbó sostiene que también se ha producido una desconfianza en los mercados de capitales porque las medidas sanitarias se ven insuficientes. “No hay una muestra de firmeza clara y eso afectará todavía a las bolsas, aunque se acabará produciendo un efecto rebote”.

Los analistas de IG señalan también que a todo ello se unen las medidas del Gobierno de Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha ordenado cortar las conexiones aéreas con Europa, lo que genera desconfianza, que el BCE no ha podido contrarrestar este jueves.

Dos crisis "gemelas"

El expresidente del Círculo de Economía y economista Antón Costas se refiere a dos “crisis gemelas” que se podrían dar en estos momentos. La primera, de carácter sanitario, si los gobiernos son incapaces de ordenar medidas drásticas. Y la segunda sería una repetición, con mayor o menor intensidad, de lo ocurrido a partir de 2008 con la caída de Lehman Brothers. De hecho, el Ibex nunca perdió 1.000 puntos en una sesión, como lo ha hecho ahora, ni ese momento tan grave en la economía mundial.

La razón, a juicio de Costas, se debe buscar en la inoperancia de las autoridades europeas, comenzando por Lagarde. “Hay una nebulosa, unos principios que se tienen arraigados en los países del centro y del norte de Europa no dejan actuar. Y, aunque parece que se había aprendido la lección, no parece que las instituciones europeas, ni el BCE ni la Comisión Europea, puedan reaccionar en la línea necesaria”.

¿Como la última crisis? 

Es decir, lo que se pide es una gran exhibición de músculo financiero, con medidas de todo tipo para paliar lo que es una “urgencia”, en palabras de Costas. Y eso es lo que se considera que Europa no ha interiorizado. La economía europea está en un momento de “urgencia” producto, inicialmente, de un virus que no se ha sabido contener.

En todo caso, Santiago Carbó cree que habrá más medidas, que no se quedarán en el plan de este jueves, y que ahora se podría abrir más los ojos a un deterioro de la economía mundial. En otras palabras, “hay tiempo para que no se repita la última crisis”, y prueba de ello, a su juicio, como señala también José Carlos Díez, es que los bancos, esta vez, tienen una gran liquidez, la que les proporcionó, precisamente, el BCE de Mario Draghi.