El Ohla Barcelona, uno de los dos activos urbanos de Solixent Invest, del hotelero Benet Ferrer / CG

El Ohla Barcelona, uno de los dos activos urbanos de Solixent Invest, del hotelero Benet Ferrer / CG

Business

Benet Ferrer se retira de sus hoteles urbanos

El hotelero barcelonés escucha ofertas por los dos Ohla tras el trompazo de la pata vacacional de la empresa por la pandemia

21 agosto, 2021 00:00

El hotelero Benet Ferrer busca quitarse de encima sus hoteles urbanos. El empresario barcelonés escucha ofertas por los dos Ohla, alojamientos de lujo que opera en Barcelona, tras el descalabro de AQUA Hotels, la división vacacional de su grupo, una caída de negocio provocada por la pandemia. 

Así lo explican dos fuentes del sector hotelero no vinculadas entre sí. Indican que Ferrer, representante del grupo de familias que participan en Solixent, escucha ofertas por los Ohla situados en la Via Laietana y la calle Córcega --este último inaugurado en 2016-- de la capital catalana, por los malos resultados de AQUA Hotel Group, la rama vacacional del grupo hotelero. VozPópuli avanzó la venta del Ohla Via Laietana por 45 millones, pero es que la retirada de Ferrer de Barcelona tiene más enjundia. 

Motivo: la pandemia

El propio Ferrer ha negado a este medio que los hoteles Ohla estén en venta. Los interlocutores del sector le contradicen y aportan más datos. Solixent Invest, propietario de los dos establecimientos de cinco estrellas de Barcelona, no solo escucha ofertas, sino que ha recibido a los primeros inversores. Su estrategia sería recular en el segmento urbano "para refugiarse en el vacacional, que es el corazón del negocio del grupo". 

Ello, según las mismas fuentes, tiene un motivo: la pandemia. El parón del turismo por las prohibiciones de viajar o las restricciones a la industria vacacional han golpeado con dureza una cadena que presenta un portafolio compuesto por siete hoteles de playa y un resort veraniego de cinco estrellas: el Atzavara Hotel & Resort, situado en Santa Susanna (Barcelona). 

Del Maresme a Barcelona

En efecto, la hotelera nació en esta localidad costera con el fin de explotar el segmento del sol y playa. Se expandió a Pineda y Malgrat (Barcelona) y a Lloret de Mar (Girona) antes de dar el salto al segmento urbano. AQUA aterrizó en Barcelona en 2011, cuando abrió su primer Ohla, un hotel boutique, con una inversión de 40 millones de euros. 

El grupo continuó en esta senda y abrió un segundo alojamiento del mismo segmento: el Ohla Eixample, ubicado en la antigua sede del Incasòl en la calle Córcega de Barcelona. Costó unos 30 millones de euros.

Gastronomía cuidada

En ambos casos, Solixent, con Ferrer al timón, optó por una oferta gastronómica de altura: captó el Caelis del chef Romain Fornell cuando el cocinero salió del Hotel Palace de Barcelona, como avanzó este medio. Fornell, director gastronómico del establecimiento, fundó también Plassohla, local de platillos. 

En el Ohla Eixample, Solixent se alió con Fran López, el maestro de los fogones del Delta del Ebro que atesora dos estrellas Michelin por su bufé en el resort de Villa Retiro, en Xerta (Tarragona), y el cenador bautizado con el nombre de la localidad que mora en los bajos del hotel del Eixample. 

Paga el tamaño

El cuidado producto de Solixent en Barcelona no explica el plan de retirada de Ferrer y AQUA. El aterrizaje de los Ohla en el mercado se fundamenta por el batacazo de su división vacacional, que ha pagado la crisis de la turoperación, por un lado, y el tamaño de sus activos, por el otro. 

Discurre paralela a estas dos razones otra de peso: Barcelona salvará el verano, pero por los pelos. Los precios aguantan en el segmento de cinco estrellas, como explicó Crónica Global, pero hay muchos activos cerrados y las ocupaciones son bajas. Ello explicaría, indican las fuentes consultadas, la contracción de Solixent y Ferrer en el segmento urbano para refugiarse en el negocio que dio razón a la cadena.