Un cajero de TSB, filial de Banco Sabadell / EFE

Un cajero de TSB, filial de Banco Sabadell / EFE

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La oferta ‘a derribo’ por la filial del Sabadell de un banco que busca comprador

Co-op Bank, participado por ‘hedge funds’ y que ha sorteado la quiebra dos veces en menos de diez años, estuvo meses antes en conversaciones para ser adquirido por Cerberus

26 octubre, 2021 00:00

Pocas dudas generó en el consejo de administración de Banco Sabadell la propuesta lanzada por Co-op Bank para adquirir su filial británica, TSB. Hace apenas cinco meses que el órgano de gobierno de la entidad que preside Josep Oliu aprobó su plan estratégico a tres años en el que no se contempla deshacerse de tan importante activo. Pero menos aún a precios poco menos que “de derribo” precisamente ahora que, por primera vez en seis años, empieza a dar buenas noticias a su matriz.

Aunque oficialmente no han trascendido las cantidades en torno a la operación propuesta, el mercado ha dado por buenas las cifras que se manejaban en la información de Sky News, que adelantó la noticia durante el fin de semana. Situaba en torno a los 1.000 millones de libras (cerca de 1.200 millones de euros al cambio) la transacción.

En solitario y en España

Hace poco menos de un año, estas circunstancias hubieran derivado, al menos, en un inicio de conversaciones entre asesores para explorar una posible operación. TSB era contemplado como un importante lastre para el Sabadell, que algunos incluso relacionaron con el fracaso final de la negociación con el BBVA para una eventual fusión.

Precisamente, tras el fin de las conversaciones, la entidad con sede en Alicante sorprendía al mercado al anunciar que sus planes pasaban por seguir el camino en solitario y, además, centrado por completo en el mercado español. Hasta el punto de que ponía a la venta sus negocios en el exterior, en especial TSB y México.

Cambio de escenario

Por entonces, los informes más optimistas de la banca de inversión situaban el valor de la filial británica del Sabadell en poco más de 800 millones de euros. E incluso aventuraban a asegurar que el banco podría considerar positiva cualquier operación que superara una cota en torno a los 700 millones de euros, a partir de la cual la transacción le permitiría generar capital.

Sin embargo, pese a que no ha transcurrido demasiado tiempo desde entonces, la situación ha cambiado de forma notable. El plan de transformación a tres años que TSB inició en 2019 ha dado unos resultados inesperadamente positivos, hasta el punto de que la mayoría de los objetivos se han alcanzado con un año de antelación.

Mal momento para vender

Una circunstancia que se ha visto reflejada en los resultados, tanto en los de la propia entidad británica como en los de su matriz, que ha visto cómo la filial ha vuelto a la senda de la rentabilidad y, lejos de restar como antaño, ahora suma más cada trimestre.

Los analistas consideran que el objetivo del Sabadell con una hipotética venta de TSB no debe ser ya conformarse con generar capital sino, incluso, aproximarse a su valor en libros y así generar las menores minusvalías posibles. Pero, sobre todo, coinciden en que éste es el peor momento para vender, toda vez que TSB valdrá más cada trimestre que transcurra.

El interés de Cerberus

Por otro lado, la entidad que ha realizado la oferta no es precisamente un ejemplo de estabilidad, lo que podría hacer complicadas unas eventuales negociaciones con vistas a una operación corporativa.

De hecho, a finales del pasado año era el propio Co-op Bank el que se encontraba en un proceso iniciado para cambiar de manos. Aunque los accionista del grupo financiero hablaron de una propuesta a cargo de un inversor financiero con dimensión internacional y no llegó a trascender el nombre del potencial comprador, el mercado dio por hecho que se trataba del fondo Cerberus.

Dos veces al borde de la quiebra

Todo un especialista en poner en valor las compañías que adquiere a través de su saneamiento y posterior venta por partes, como estrategia para optimizar la inversión. La vía de entendimiento con los principales socios de Co-op Bank era más sencilla, toda vez que se trata de hedge funds estadounidenses que, en su día, aportaron capital para salvarle de la quiebra.

En los últimos ocho años, Co-op Bank ha afrontado dos situaciones muy delicadas que le dejaron al borde de la disolución. Paradójicamente, la primera se produjo en el proceso de un primer intento por hacerse con la red de TSB. Por entonces, en 2013, éste último aún estaba bajo el control de Lloyd’s. Pero la operación no llegó a buen puerto tras descubrirse un agujero de 1.500 millones en las cuentas de Co-op Bank.

En busca de comprador

Cuatro años después, fue el rescate a cargo de sus actuales socios, liderados por GoldenTree Asset Management, con el apoyo de BlueMountain Capital y Silver Point Capital, lo que salvó de la quema a la entidad. Poco antes de la pandemia, los fondos ya iniciaron movimientos para buscar un comprador, proceso que se vio abruptamente interrumpido por la pandemia y que se reanudó con el fallido intento de Cerberus.

Todo parece indicar que en TSB se ha presentado ante sus ojos como la posibilidad de adquirir un activo a precio de saldo con el que hacer más atractivo el producto. Eso sí, parecen haber llegado un poco tarde.